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Si tomas vitaminas así tiras tu dinero a la basura: el error fatal

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El mercado de suplementos vitamínicos mueve millones de euros cada año en España, con miles de personas que recurren a estos productos buscando mejorar su salud. Las vitaminas se han convertido en un recurso habitual en muchos hogares españoles, especialmente entre quienes buscan compensar carencias nutricionales o potenciar su sistema inmunológico, sin embargo, pocos conocen realmente cómo aprovecharlas correctamente. Estudios recientes demuestran que hasta un 70% de los consumidores comete errores fundamentales al tomarlas, desperdiciando tanto dinero como potenciales beneficios para su organismo.

El desconocimiento generalizado sobre la correcta ingesta de estos suplementos no solo representa un gasto innecesario para el bolsillo, sino que en algunos casos puede llegar a ser contraproducente para nuestra salud, según advierten los expertos en nutrición. La popularización de las vitaminas como solución rápida a problemas de salud ha generado un consumo indiscriminado que raramente tiene en cuenta factores esenciales como la absorción, las interacciones entre nutrientes o las necesidades reales del organismo según edad, sexo y condiciones particulares de cada persona.

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EL MOMENTO IMPORTA: CRONOBIOLOGÍA DE LAS VITAMINAS

Fuente: Freepik

La hora del día en que consumimos las vitaminas puede resultar determinante para su correcta asimilación. La vitamina C, por ejemplo, alcanza su máxima eficacia cuando se toma por la mañana, momento en que el organismo presenta una mayor capacidad para aprovechar sus propiedades antioxidantes. Las vitaminas del grupo B, por su parte, resultan más beneficiosas cuando se ingieren antes del mediodía para evitar interferencias con el ciclo del sueño, especialmente en personas sensibles a la estimulación neurológica.

El caso de la vitamina D resulta particularmente interesante desde el punto de vista cronobiológico, ya que su absorción mejora considerablemente cuando se toma durante las comidas principales que incluyen grasas saludables. Numerosos estudios han demostrado que la sincronización entre la ingesta de vitaminas y los ritmos circadianos del organismo puede multiplicar hasta por tres la efectividad de estos suplementos, lo que convierte el momento de consumo en un factor crucial que la mayoría de usuarios ignora por completo. Esta falta de conocimiento sobre los ciclos metabólicos óptimos para cada nutriente representa otro de los errores que convierten la suplementación vitamínica en un gasto poco eficiente.