Roberto Olabe, director deportivo y una de las figuras más influyentes en la estructura moderna de la Real Sociedad, se despide dejando sensaciones encontradas. Su etapa, marcada por una visión a largo plazo y el impulso a la cantera, hoy se ve opacada por decisiones que generan incertidumbre.
La más reciente, y quizás más polémica, es la cesión de Nayef Aguerd sin opción de compra, una jugada que hoy se percibe como un serio error estratégico. Este movimiento se ha convertido en el reflejo de un legado que, aunque valioso, queda incompleto.
8Roberto Olabe, un arquitecto que abandona la obra sin terminar
El encargado de tomar el relevo será Erik Bretos, quien asumirá la dirección deportiva con varios frentes abiertos. Su primera gran misión es gestionar las consecuencias de una planificación que parece haber fallado en un momento clave.
Roberto Olabe se va con un legado importante, pero también con un error que puede costar caro. Su contrato terminaba en 2025, pero decidió marcharse antes. Deja una base, sí, pero también un vacío en la defensa y una sensación de que la obra quedó a medio hacer.