Roberto Olabe, director deportivo y una de las figuras más influyentes en la estructura moderna de la Real Sociedad, se despide dejando sensaciones encontradas. Su etapa, marcada por una visión a largo plazo y el impulso a la cantera, hoy se ve opacada por decisiones que generan incertidumbre.
La más reciente, y quizás más polémica, es la cesión de Nayef Aguerd sin opción de compra, una jugada que hoy se percibe como un serio error estratégico. Este movimiento se ha convertido en el reflejo de un legado que, aunque valioso, queda incompleto.
3Un error que anticipa la traición a un modelo
La Real Sociedad había construido su proyecto sobre una base sólida. Cantera, planificación y coherencia deportiva. No era casualidad que el club fuera admirado por su capacidad de formar talentos y realizar movimientos inteligentes en el mercado.
Pero el caso Aguerd rompe con esa lógica. Se trataba de un jugador que podía ser presente y futuro, y su salida evidencia una falta de previsión que va en contra del modelo que tanto ha defendido la entidad. Jon Martín aparece como relevo, pero esa transición no estaba en los planes.