En los últimos meses, las denuncias por robos y fraudes en cajeros automáticos han crecido de forma preocupante. Ante este escenario, la Guardia Civil de España ha activado una nueva campaña de sensibilización con un objetivo claro: proteger al ciudadano con consejos vitales para evitar convertirse en víctima de estafas cada vez más sofisticadas.
Uno de los métodos más utilizados por los delincuentes es la conocida «trampa libanesa«, una técnica silenciosa, discreta y sorprendentemente efectiva. La Guardia Civil ha puesto el foco en este tipo de fraude y ofrece claves para detectarlo a tiempo y mantenerse a salvo.
3Así opera la trampa libanesa: el fraude más frecuente
No es nuevo, pero sigue vigente. La “trampa libanesa” es una de las artimañas más utilizadas por los delincuentes para hacerse con las tarjetas bancarias de sus víctimas. Consiste en colocar un dispositivo en la ranura del cajero, que impide que la tarjeta sea expulsada después de realizar la operación.
En ese momento de tensión, cuando el usuario no logra recuperar su tarjeta, aparece la figura clave: un supuesto “buen samaritano” que se ofrece a ayudar. Mientras la víctima se distrae explicando lo sucedido, el estafador puede hacerse con la tarjeta o, peor aún, observar el PIN para luego retirarla cuando el usuario se marche.
Desde la Guardia Civil insisten en que la única ayuda válida debe venir del banco. Si la tarjeta queda retenida o si el cajero muestra un comportamiento inusual, lo más recomendable es cancelar la operación, contactar de inmediato con la entidad bancaria y bloquear la tarjeta desde la aplicación móvil o mediante una llamada.