La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un golpe de timón en su compromiso con la seguridad vial. Una reciente actualización en las políticas de renovación del carnet de conducir pone el foco en un factor a menudo subestimado: la medicación.
La DGT endurece los controles para asegurar que quienes se pongan al volante no vean mermadas sus capacidades por el consumo de ciertos fármacos, una medida que busca proteger vidas y reducir la siniestralidad en nuestras carreteras. Esta decisión, lejos de ser un mero trámite burocrático, representa un paso firme hacia una conducción más consciente y segura para todos.
3Consecuencias de ocultar información a la DGT: Un riesgo que no vale la pena correr

La DGT ha sido tajante al advertir sobre las consecuencias de no cumplir con esta nueva normativa. Ocultar información sobre el consumo de medicamentos que puedan afectar la conducción no solo puede acarrear sanciones administrativas, como multas y la retirada del carnet, sino que también puede tener graves repercusiones legales en caso de accidente. Si se demuestra que un conductor involucrado en un siniestro estaba bajo la influencia de fármacos no declarados, podría enfrentarse incluso a cargos penales.
Pero las consecuencias van más allá del ámbito legal. La DGT también ha señalado que las compañías de seguros podrían negarse a cubrir los daños ocasionados en un accidente si se comprueba que el conductor no había informado previamente sobre el consumo de medicamentos que afectaban su capacidad para conducir. En este sentido, la transparencia con la DGT y con las aseguradoras es fundamental para evitar problemas mayores.
La DGT apela a la responsabilidad individual de cada conductor. Informar sobre cualquier tratamiento médico y seguir las indicaciones de los profesionales de la salud es un acto de civismo y una muestra de compromiso con la seguridad de todos. La Dirección ha habilitado canales de información para que los conductores puedan resolver sus dudas y cumplir con la normativa de manera adecuada.