Carlos Sainz ya mete miedo con su Williams. Esta frase, que en su momento sonaba casi irreal, hoy cobra todo el sentido del mundo tras su brillante clasificación en el Gran Premio de Miami.
El piloto español logró un impresionante sexto lugar en la parrilla, superando a coches que en teoría son más rápidos.
Con este resultado, Williams vuelve a ser protagonista en el paddock, y el rendimiento de Sainz ya no es solo una sorpresa, sino una auténtica amenaza para sus competidores.
5La vuelta perfecta en el momento justo
«Lo hemos puesto todo junto», comentó Sainz después de su destacada clasificación. Y no exageró. Su tiempo de 1:26.569 no solo fue competitivo, sino también estratégico. Apareció cuando más se necesitaba, en la definición de la Q3.
Carlos Sainz ya mete miedo con su Williams, y esto no se debe solo a su velocidad, sino a su capacidad de ser preciso en los momentos clave. En la Fórmula 1, esa es la diferencia entre estar en el podio y quedar atrás.