Especial 20 Aniversario

La vitamina ‘olvidada’ que necesitas para prevenir la fatiga crónica

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La sensación de cansancio permanente se ha convertido en una compañera habitual para muchos españoles en su día a día. Esta vitamina ‘olvidada’ podría ser la clave para recuperar la vitalidad perdida y mejorar notablemente nuestra calidad de vida. Hablamos de la B12, un nutriente esencial que, pese a su importancia crítica para nuestro organismo, suele pasar desapercibido en las conversaciones sobre salud y bienestar. Su déficit está detrás de numerosos casos de fatiga persistente, especialmente entre personas vegetarianas y mayores de 50 años, quienes conforman los grupos de mayor riesgo.

El ritmo frenético de vida actual, combinado con hábitos alimenticios cada vez más alejados de la dieta mediterránea tradicional, ha provocado un aumento de las carencias nutricionales en la población española. Entre estas deficiencias, la falta de vitamina B12 destaca por sus efectos devastadores a largo plazo, pudiendo derivar no solo en fatiga crónica sino también en problemas neurológicos severos si no se detecta y trata adecuadamente. Los expertos en nutrición llevan años alertando sobre esta problemática, pero la información no siempre llega al público general con la claridad necesaria para tomar conciencia de su relevancia.

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SOLUCIONES PRÁCTICAS PARA MANTENER NIVELES ÓPTIMOS

Fuente: Freepik

La forma más natural de obtener vitamina B12 es a través de una alimentación equilibrada que incluya productos de origen animal. Las carnes rojas, especialmente el hígado, son particularmente ricas en este nutriente, seguidas por los mariscos, pescados, huevos y lácteos. Para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, los alimentos fortificados como ciertas bebidas vegetales, cereales de desayuno o levadura nutricional pueden constituir alternativas válidas, aunque en la mayoría de los casos será necesaria la suplementación adicional para asegurar aportes adecuados.

La suplementación de B12 está disponible en diversas presentaciones, desde comprimidos convencionales hasta formatos sublinguales o espráis, que facilitan su absorción directa en el torrente sanguíneo evitando el proceso digestivo. En casos de deficiencia severa o problemas significativos de absorción, las inyecciones intramusculares pueden ser la opción más eficaz para restaurar rápidamente los niveles y revertir los síntomas asociados a su carencia. La elección de la forma de suplementación más adecuada debe realizarse siempre bajo supervisión profesional, considerando las características individuales y la severidad del déficit en cada caso particular.

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