La conducción es sinónimo de libertad, pero también es una responsabilidad que, inevitablemente, todos deberemos replantearnos en algún momento de nuestras vidas. A medida que sumamos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que nuestras capacidades pueden verse alteradas, y saber reconocer el momento adecuado para dejar el volante es esencial para garantizar nuestra seguridad y la de los demás.
A través de un estudio exhaustivo, la DGT y la Fundación MAPFRE han iluminado una de las preguntas más difíciles que enfrentan los conductores mayores: ¿cuándo y por qué dejar de conducir? En este artículo te contaremos las claves, las señales que no deben ignorarse y el impacto emocional que conlleva esta difícil decisión.
5La DGT apuesta por una movilidad segura y adaptada a todas las edades
Conscientes de la importancia del problema, desde la DGT impulsan campañas de sensibilización dirigidas tanto a los conductores mayores como a sus familias. El objetivo es claro: garantizar una movilidad segura, accesible y adaptada a todas las etapas de la vida.
La conducción en edades avanzadas no debe verse como un problema, sino como un reto que requiere de atención, cuidado y empatía. La experiencia y la prudencia son activos invaluables en carretera, pero la honestidad sobre nuestras capacidades debe ser la regla de oro.
La DGT también señala que existen numerosas alternativas para mantener la movilidad sin necesidad de conducir: transporte público adaptado, servicios de transporte para mayores o incluso el uso de vehículos de baja velocidad en entornos urbanos.
Finalmente, la DGT recuerda que abandonar la conducción no significa renunciar a la independencia, sino apostar por una nueva forma de libertad: la de moverse con seguridad, dignidad y respeto por uno mismo y por los demás.