La conducción es sinónimo de libertad, pero también es una responsabilidad que, inevitablemente, todos deberemos replantearnos en algún momento de nuestras vidas. A medida que sumamos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que nuestras capacidades pueden verse alteradas, y saber reconocer el momento adecuado para dejar el volante es esencial para garantizar nuestra seguridad y la de los demás.
A través de un estudio exhaustivo, la DGT y la Fundación MAPFRE han iluminado una de las preguntas más difíciles que enfrentan los conductores mayores: ¿cuándo y por qué dejar de conducir? En este artículo te contaremos las claves, las señales que no deben ignorarse y el impacto emocional que conlleva esta difícil decisión.
4¿Quién decide dejar de conducir? El peso de la familia y el entorno
Aunque a todos nos gustaría pensar que seremos nosotros mismos quienes decidamos cuándo dejar de conducir, la realidad es que en muchos casos la decisión es sugerida o incluso forzada por familiares o profesionales de la salud. Según los datos recogidos por la DGT, la mayoría de las veces esta medida se adopta pensando en la seguridad del propio conductor y de los demás.
En España, el cese de la conducción suele producirse entre los 72 y 77,6 años. Aun así, los cambios sociales y médicos han hecho que, en los últimos años, cada vez más personas de más de 65 años sigan conduciendo. La DGT señala que en los hombres mayores de 65 años, el porcentaje de conductores ha crecido un 5% en la última década, mientras que en el caso de las mujeres, el número prácticamente se ha duplicado.
Esta tendencia plantea nuevos desafíos. Desde la DGT, recomiendan mantener conversaciones abiertas y sinceras con los mayores sobre su conducción, fomentar revisiones médicas periódicas y, llegado el caso, ofrecer alternativas de movilidad que les permitan conservar su independencia sin exponerse a riesgos innecesarios.