Llevar el móvil encima se ha vuelto tan habitual como llevar las llaves de casa. Lo consultamos constantemente: mensajes, redes, mapas, llamadas, hasta el punto de que muchos no pueden pasar ni un trayecto en coche sin echarle un vistazo. Sin embargo, lo que parece una acción cotidiana puede transformarse en un acto potencialmente mortal. La Dirección General de Tráfico (DGT), una vez más, ha alzado la voz y no es para menos.
Según el último informe de la DGT, el uso del móvil al volante se ha convertido en una de las causas más graves de siniestralidad en carretera. Una práctica que, aunque común, no deja de ser un error mayúsculo cuyas consecuencias pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
5¿Vale la pena arriesgar tanto por una notificación?
La vida moderna gira en torno al móvil. Lo usamos para todo: trabajar, comunicarnos, entretenernos, ubicarnos. Pero hay momentos en los que desconectarse es una obligación. Y al volante, esa desconexión puede salvar vidas.
La DGT lo ha repetido hasta el cansancio: ningún mensaje, llamada o notificación justifica el riesgo de un accidente. Nada es tan urgente como para poner en peligro tu vida o la de otros. Si realmente necesitas utilizar el teléfono, lo más sensato es detener el vehículo en un lugar seguro.
Una buena práctica, aconsejada también por la DGT, es activar el modo “No molestar” mientras conduces o utilizar aplicaciones que silencien las notificaciones automáticamente al detectar que estás al volante. La tecnología, bien empleada, también puede ser aliada de la seguridad.