Las lentejas, ese humilde tesoro gastronómico que ha estado presente en las despensas españolas desde hace siglos, están viviendo un renacimiento en las cocinas de algunos de los mejores restaurantes del mundo. Los chefs con estrella Michelin han devuelto el protagonismo a las lentejas gracias a recetas revisadas y técnicas que sorprenden incluso a los paladares más exigentes. En los fogones de los grandes cocineros, la forma de cocinar lentejas cambia y se cuida cada detalle para que siempre queden perfectas, manteniendo al mismo tiempo toda su esencia tradicional.
Lo que muchos desconocen es que, gracias a la observación minuciosa de estos expertos, hay trucos que cualquiera puede aplicar en casa para lograr que las lentejas no se rompan, ni pierdan su textura característica durante la cocción. El secreto de añadir un chorrito de vinagre al final de la cocción es solo una de las claves que diferencian un plato corriente de lentejas de uno digno de la alta cocina, aunque no es la única lección que podemos tomar prestada de los chefs Michelin para lucirse con este clásico plato en cada ocasión.
5EL GRAN TRUCO FINAL: EL CHORRITO DE VINAGRE
El toque más sorprendente que los chefs Michelin utilizan para que las lentejas no se rompan es añadir un chorrito de vinagre justo antes de terminar la cocción. Este simple gesto, lejos de cambiar el sabor final, ayuda a fijar la piel y mantener la forma de las lentejas, evitando que se deshagan aunque se cocinen un poco más tiempo por seguridad.
Muchos consideran que este truco supone un antes y un después en la forma de preparar un guiso, especialmente si se quieren conseguir unas lentejas perfectas tanto en presencia como en textura. El vinagre actúa como un agente natural que refuerza la integridad del grano, permitiendo disfrutar siempre de unas lentejas impecables en la mesa, incluso después de un recalentado o de ser emplatadas para un menú muy especial.