Cuando te ves envuelto en un accidente de tráfico, hay algo que queda claro desde el primer minuto: todo se complica. Más allá del susto inicial y de los posibles daños personales o materiales, empieza un camino burocrático que puede ser bastante agotador. ¿Quién paga qué? ¿Cuánto te corresponde? ¿Qué papeles necesitas? Todo suena a chino. Pero no te preocupes, porque si sabes por dónde tirar, reclamar tu indemnización por accidente de tráfico puede ser más sencillo de lo que parece.
¿Me corresponde indemnización por ni accidente?
Una indemnización es la forma que tiene el sistema de decirte: “Vale, has sufrido un daño y alguien debe responder por ello”. Y no, no se trata de vengarte ni de sacar provecho de la situación. Se trata de compensar las consecuencias que te ha dejado el accidente, tanto físicas como económicas o incluso psicológicas. Hablamos de dolores, visitas al médico, rehabilitación, días sin poder trabajar, ansiedad al volver a conducir… y la lista sigue. Todo eso se traduce en dinero, aunque suene frío.
Para que no te den gato por liebre, existen herramientas que te ayudan a calcular cuánto podrías recibir. La calculadora de indemnización es una de las más útiles. Metes tus datos básicos —tipo de lesión, días de baja, secuelas— y te da una estimación bastante ajustada. Así sabes desde el principio si lo que te ofrece la aseguradora tiene sentido o si te están intentando dar lo mínimo.
La tablas de indemnización, un factor que ayuda al cálculo
Si la palabra «baremo» te suena a algo sacado de un curso de contabilidad, no te preocupes. Es mucho más fácil de lo que parece. Las tablas de indemnización establecen los criterios oficiales que se usan para poner cifras a las lesiones derivadas de un accidente. Se actualizan cada año y las usan jueces, abogados y compañías de seguros como referencia. Vamos, que si te rompes una pierna y estás 45 días de baja, el baremo ya dice cuánto deberías cobrar por ello. Así de claro.
Lo interesante de estas tablas es que no se limitan al daño físico. También tienen en cuenta cosas como si has necesitado ayuda para vestirte, si has tenido que dejar temporalmente tu trabajo o si te ha quedado una cicatriz visible. Todo suma. Y si vas bien asesorado, puedes conseguir una compensación justa sin tener que pelearte con medio mundo.
¿Puedo ir a cualquier médico?
Después de un accidente, lo primero es tu salud. Y si no tienes claro dónde acudir para que te vea un especialista, el buscador de clínicas UNESPA te puede salvar la vida, o al menos los nervios. Este buscador recopila los centros médicos adheridos al convenio entre aseguradoras y clínicas privadas, así que puedes ir sin preocuparte de quién paga qué. Si el accidente no fue culpa tuya, ni siquiera tendrás que adelantar un euro. Lo cubre todo el seguro.
El buscador es bastante fácil de usar. Pones tu ciudad o código postal y te enseña qué centros tienes cerca. Muchos de ellos están especializados en lesiones derivadas de accidentes de tráfico, así que te tratarán sabiendo exactamente lo que necesitas. Y ojo, esto también afecta a la indemnización: si te atiende un profesional acreditado, su informe médico tiene más peso y puede ayudarte a justificar mejor tu reclamación.
¿Cuánto tiempo tengo para reclamar?
Este punto es importante. Hay plazos legales que debes respetar. En general, tienes un año desde que se estabilizan las lesiones para presentar la reclamación. Pero cuidado, porque si dejas pasar el tiempo o no haces los trámites en el orden correcto, puedes perder ese derecho. Por eso es tan útil tener asesoría desde el principio, para no dejar escapar ninguna oportunidad. Además, cuanto antes empieces, más frescos están los informes médicos, los testimonios y cualquier prueba que pueda ayudarte. No es cuestión de correr, pero sí de moverse con sentido común. Dejarlo para más adelante solo complica las cosas, sobre todo si necesitas demostrar que las lesiones han afectado tu vida diaria.
Puede que seas de los que prefieren hacerlo todo por su cuenta, lo cierto es que hay mucha gente que acepta lo primero que le ofrecen y luego se arrepiente. Cuando ves lo que te corresponde realmente y lo comparas con lo que te proponían en un principio, se te queda cara de “¿en serio?”. Por eso es tan importante informarse, contar con alguien que entienda de trámites con seguros, lesiones y papeles legales. Existen servicios como Asistia Tramitación que se encargan de todo el proceso. Desde recoger los informes médicos hasta negociar con la aseguradora y calcular lo que te corresponde. Así tú te centras en recuperarte, que ya bastante tienes con eso. La indemnización no te quita el mal rato ni te cura las heridas, pero sí ayuda a poner las cosas un poco en su sitio. Te da margen para recuperarte, para tomarte el tiempo necesario sin apuros económicos, y para sentir que, al menos, alguien ha respondido