La mala situación de los jóvenes no es nueva. Pero el problema es que sus condiciones son cada vez peores en comparación con los mayores, los jubilados. Esto es lo que se desprende del último estudio del INE y del Banco de España.
El Instituto Nacional de Estadística ha aportado resultados en los que se muestra la situación financiera de los hogares españoles a finales de 2023 analizando sus rentas, activos, deudas y gastos. A la hora de comparar estas variables se revela que los jubilados son los que obtienen los mejores resultados en la mayoría de las áreas de estudio, al contrario de los jóvenes menores de 30 años.
LOS JÓVENES DE 30 AÑOS SIGUEN PERDIENDO PODER ECONÓMICO: LOS JUBILADOS GANAN UN 27,8% MÁS
En lo relativo a la vivienda, el principal activo de las familias de nuestro país, la comparativa entre estos grupos de edad es demoledora. En términos generales, España sigue siendo un país de propietarios debido a que el 72,1% de los hogares es dueño de su vivienda principal. Sin embargo, ese porcentaje «continuó descendiendo de forma apreciable» desde el 73,9% que alcanzaba en 2020.
A diferencia de la estadística salarial, los datos de rentas tienen en cuenta cualquier tipo de ingreso (salario, subsidio, prestación por desempleo, pensión…) o ausencia del mismo. Esto explica por qué la renta media por persona del país es más reducida que el salario medio. La estadística contabiliza también a todas las personas que no perciben ingreso alguno, como es el caso de los hijos que no trabajan.
Así, lo que se desprende del INE es que el ingreso medio por persona de los mayores de 65 años fue un 27,8% superior al de los menores de 30 en 2023. O lo que es lo mismo; la renta promedio de la población mayor alcanzó los 17.208 euros anuales, mientras que la de los que tienen entre 16 y 29 años se situó en 13.463 euros.
SOLO 3 DE CADA 10 JÓVENES ESPAÑOLES SON DUEÑOS DE UNA CASA
En este sentido, también se releva que que la tasa de propiedad de los hogares más jóvenes se ha hundido de forma acumulada desde 2011 del 69,3% al 31,8%. Por tanto, hoy en día, sólo tres de cada 10 jóvenes en España son dueños de una casa.
Para el total de la población, la caída en el porcentaje de vivienda en propiedad de la última década ha sido de algo más de 10 puntos, mucho menos que en el caso de los jóvenes. Bien es cierto que las dificultades de los jóvenes para adquirir una vivienda en propiedad se debe a múltiples factores.
Por el lado de la demanda, es interesante otro dato que revela el Banco de España y es la composición de esos hogares, que cada vez están formados por menos miembros, por lo que se necesitan más casas para vivir y el gasto por persona es mayor.
LA VIVIENDA, UNO DE LOS MOTIVOS PRINCIPALES DE ESTA BRECHA ENTRE JÓVENES Y JUBILADOS
Así, en años como 2022 y 2023, continuó el aumento del número de hogares unipersonales, el cual sobrepasaba, según información de la EPA, los 5,3 millones a finales de dicho año (equivalentes al 27,8% del total de hogares, 27,2% según la EFF).
España ha retirado distintos incentivos fiscales que primaban las aportaciones a planes de pensiones, por lo que la riqueza de los hogares en este tipo de vehículos es notablemente inferior (8,6% del PIB). Por ese motivo, no es de extrañar que tan sólo el 29,5% de los hogares en España cuenta con planes de pensiones, según los datos de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España.
«La ratio de los jóvenes respecto a la población trabajadora ha pasado del 55% en 2002 al 26% en 2022, mientras que para los mayores ha pasado del 84%… ¡a casi triplicar en 2022 la riqueza de los «hogares de entre 35 y 44 años!», subraya el informe de la entidad financiera, que apunta a la vivienda como uno de los motivos principales de esta creciente brecha.
UN SISTEMA DISEÑADO PARA LOS MAYORES
Hacia ello, la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España muestra que los hogares formados por mayores de 65 años son los únicos que han incrementado su renta en los últimos 20 años.
Lo que se manifiesta es que la precariedad laboral y las dificultades de acceso a la vivienda es lo que lastra las oportunidades de los jóvenes, mientras que las generaciones de mayor edad, que ya han consolidado su riqueza y su posición en el mercado laboral, siguen beneficiándose de políticas que, de manera silenciosa, pero constante, refuerzan su ventaja.
¿Por qué ocurre esto? Por tres razones principales:
- Un sistema diseñado para los mayores. Las decisiones políticas tienden a favorecer a las generaciones más numerosas y económicamente asentadas, perpetuando un modelo en el que los jóvenes quedan relegados.
- Salarios bajos. Los jóvenes acceden al mercado laboral con condiciones más precarias, lo que limita su capacidad de ahorro.
- El precio de la vivienda. Comprar una casa es una meta inalcanzable para muchos. Alquilar tampoco es fácil, con precios desorbitados que absorben gran parte de sus ingresos. En 2004, el 71% de quienes tenían entre 30 y 44 años eran propietarios, cifra que hoy ha descendido al 55%. Entre los 16 y 29 años, ha bajado del 48% al 29%.