La Guardia Civil ha lanzado un aviso en redes sociales sobre un objeto que cada vez más conductores llevan consigo sin conocer sus graves implicaciones legales. Se trata de una tarjeta que simula ser de crédito, pero que en realidad oculta un arma blanca. Su posesión puede acarrear multas de hasta 30.000 euros e incluso consecuencias penales en función del contexto en el que se detecte.
Este accesorio ha sido detectado en controles de carretera y revisiones de pertenencias personales, lo que ha llevado a la Guardia Civil a reforzar su labor informativa para advertir a la población sobre su uso y pertenencia. En este artículo, analizaremos en profundidad los riesgos de portar este objeto, las posibles sanciones y las recomendaciones oficiales para evitar problemas legales.
1Una tarjeta que esconde un arma: la advertencia de la Guardia Civil

La Guardia Civil ha aumentado su presencia en redes sociales para alertar sobre prácticas peligrosas y advertir a la ciudadanía sobre ciertos objetos que pueden acarrear sanciones. En este sentido, las autoridades han identificado un incremento en la posesión de tarjetas-navaja, un accesorio que pasa desapercibido, pero que representa un grave peligro.
Este objeto, disponible en plataformas de comercio electrónico por un precio que oscila entre los 50 y 70 euros, tiene un diseño engañoso que le permite confundirse con una tarjeta bancaria. Sin embargo, con unos pocos pliegues, se transforma en una navaja con un mango compacto y una hoja afilada.
El principal problema de este objeto es su facilidad de ocultación y acceso rápido. En cuestión de segundos, una persona puede convertir lo que parece una simple tarjeta en un arma potencialmente letal. Por esta razón, la Guardia Civil ha lanzado múltiples advertencias sobre su ilegalidad y las consecuencias de ser sorprendido con una en la cartera.