La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) es clara: manipular las matrículas de los vehículos está terminantemente prohibido. Sin embargo, un reciente caso en Barcelona ha generado un acalorado debate. Un conductor fue multado tras cubrir la letra ‘E’ de España con una pegatina que incluía la abreviación ‘CAT’ de Cataluña. Este incidente, que se hizo viral en redes sociales, ha puesto de nuevo bajo el foco las estrictas regulaciones de la DGT respecto a la manipulación de matrículas y las consecuencias que acarrea para los infractores.
4Un vistazo a la evolución de las matrículas en España

El sistema de matrículas en España ha evolucionado desde sus inicios en el año 1900, adaptándose a las necesidades crecientes de un parque automovilístico en constante expansión. El primer sistema, conocido como provincial numérico (1900-1971), asignaba un código provincial seguido de una serie numérica, como «TE 000234» para Teruel. Este formato permitió matricular 5,4 millones de vehículos antes de ser sustituido.
En 1971, se introdujo el sistema provincial alfanumérico, que incorporaba letras para ampliar el rango de combinaciones posibles. Este formato, utilizado hasta el año 2000, permitió matricular casi 30 millones de vehículos. Finalmente, en el año 2000, entró en vigor el sistema nacional alfanumérico actual, que combina cuatro números y tres letras consonantes (por ejemplo, «TTB 8734»). Este sistema es capaz de generar hasta 80 millones de matrículas únicas.
La evolución de las matrículas no solo ha respondido a la necesidad de identificar más vehículos, sino también a los requisitos de armonización con las normativas europeas. Desde el año 2000, todas las matrículas en España incluyen la bandera de la Unión Europea junto con la letra ‘E’, un elemento que algunos conductores han intentado modificar, como en el caso de la pegatina ‘CAT’.