Los caballos han acompañado a la humanidad durante milenios, sirviendo en guerras, el transporte y la agricultura. Con el tiempo, se hizo evidente la necesidad de proteger sus cascos del desgaste y daño que podrían sufrir en terrenos más duros y artificiales. Aquí es donde entra en juego la herradura, una herramienta indispensable para su salud y rendimiento. A continuación, exploraremos en detalle por qué los caballos necesitan herraduras y cómo contribuyen a su bienestar.
2Sin dolor, pero con cuidado
Uno de los mayores mitos en torno al herraje es que puede ser doloroso para los caballos. Sin embargo, este proceso es completamente indoloro cuando se hace correctamente. La parte externa del casco del caballo, conocida como la pared, es similar a nuestras uñas y no tiene terminaciones nerviosas, por lo que clavar las herraduras no genera dolor.
De hecho, el caballo siente una sensación parecida a la que experimentamos al cortarnos las uñas. No obstante, es vital que las herraduras se coloquen con precisión y se adapten bien al tamaño y forma del casco. Un mal herraje puede resultar en presión indebida en áreas sensibles del pie, lo que provocaría dolor, cojera e incluso problemas graves de movilidad. Es por eso que los herradores juegan un papel crucial en el bienestar del caballo, ya que su habilidad y experiencia determinan que el herraje sea seguro y cómodo.