¿Buscas unas vacaciones que combinen relax y actividad en un entorno natural incomparable? Si es así, Formentera es tu destino. Esta perla del Mediterráneo, la joya de las islas Baleares, es un referente turístico internacional que ofrece al visitante un abanico de posibilidades para todos los gustos. Desde la práctica de deportes acuáticos hasta el senderismo por sus pinares y acantilados, Formentera promete experiencias inolvidables. Y mucho más si se opta por alojarse en unas Villas en Formentera, una elección que cada vez es más solicitada por los turistas.
Y es que las ventajas de residir durante el tiempo de descanso en una villa son numerosas. Y, además, todas incidirán en un mayor descanso y tranquilidad. Entre ellas destaca, por encima de todas, la privacidad, siendo este uno de los atractivos más importantes para elegir este tipo de alojamiento.
Además, las villas también dan mucha libertad y flexibilidad a la hora de organizar y gestionar el día a día. Olvidarse de los horarios establecidos por el hotel para desayunos, comidas o cenas son solo un ejemplo de las ventajas de las villas. Desayunar en una terraza privada, darte un chapuzón en la piscina cuando uno desee o planificar excursiones al ritmo que uno quiera son otros de los puntos fuertes de estos alojamientos.
Unas excursiones que, además, serán más fáciles de abordar gracias a la ubicación de las villas, ya que suelen estar situadas cerca de las mejores playas o en zonas elevadas con vistas panorámicas. Algo que las convierte en el punto de partida ideal para explorar todos los rincones de la isla.
Playas y actividades acuáticas en Formentera
Formentera es sinónimo de playas paradisíacas. Por ello, a la hora de mostrar algunas de las actividades que se pueden disfrutar en vacaciones en la isla vamos a empezar por ellas. Destaca, por ejemplo, Ses Illetes, considerada una de las mejores playas de Europa. Sus aguas turquesas y transparentes, junto con su fina arena blanca, crean un paisaje de postal que invita a la relajación y al disfrute.
Para los que buscan rincones más íntimos, la isla ofrece calas escondidas de gran belleza. Caló des Mort, con sus aguas rodeadas de acantilados, es perfecta para el snorkel, mientras que Cala Saona sorprende con sus tonos rojizos al atardecer. Además, es un destino ideal para disfrutar de una excursión en kayak.
En la mayoría de las playas de la isla es posible practicar deportes acuáticos gracias a la presencia de empresas especializadas en ellos. Alquiler de embarcaciones para explorar la costa por cuenta propia, clases de windsurf para principiantes, excursiones guiadas en kayak o paddle surf son algunas de las opciones para los que quieran combinar actividad física y disfrutar del mar de Formentera.
Naturaleza y senderismo: aprovechando la bajada de temperatura
Entrados ya en septiembre y con las temperaturas un poco más bajas, sobre todo a primera hora del día, es un buen momento para disfrutar del senderismo y de la naturaleza de Formentera. En este sentido, una de los recorridos más populares es la visita al Faro de La Mola ubicado en el extremo oriental de la isla.
Este faro, construido a finales del siglo XIX, no solo es un símbolo de Formentera sino también el punto de partida de varias rutas de senderismo que recorren los acantilados y ofrecen unas vistas únicas de la costa y el mar Mediterráneo. Para los amantes de las dos ruedas, Formentera también les dará opciones. La isla cuenta con una extensa red de caminos rurales y costeros que permiten recorrerla de punta a punta disfrutando de sus paisajes. Otro espacios naturales de gran interés son las Salinas de Formentera, un humedal protegido que alberga una rica biodiversidad, especialmente de aves migratorias.
Cultura y tradición local: los mercadillos
Como sucede en la mayoría de poblaciones mediterráneas, los mercadillos forman parte de la idiosincrasia de Formentera. Al respecto, son muchos los municipios que semanalmente celebran sus mercadillos artesanales. Es el caso del mercadillo artesanal de Sant Francesc Xavier donde se pueden adquirir productos locales, desde alimentos ecológicos hasta artesanía típica. En Sant Francesc Xavier también se puede visitar su iglesia fortificada del siglo XVIII.
El municipio de El Pilar de la Mola, por su parte, ofrece un ambiente más rural y auténtico, con casas encaladas y un ritmo de vida pausado que parece detenido en el tiempo. No en vano, es el núcleo urbano más aislado, y, al igual que Sant Francesc Xavier, también organiza, las tardes de miércoles y domingo de mayo a octubre, un mercado de artesanía.
Formentera, como hemos visto, ofrece experiencias para todos. Ya sea para quienes buscan unas vacaciones de puro descanso o una escapada llena de aventuras, esta isla espera a los visitantes con los brazos abiertos y regalar momentos inolvidables. Unos momentos que pueden ser más inolvidables si uno se aloja en una villa en Formentera.