En los últimos años, la costa cantábrica ha sido testigo de un fenómeno sorprendente: la llegada cada vez más numerosa de las tortugas bobas (Caretta caretta) a sus aguas. Este año, el Aquarium de San Sebastián ha registrado un número inusualmente alto de ejemplares de esta especie que han sido rescatados y reintroducidos en el medio natural tras un proceso de recuperación.
La directora del Aquarium, Esther Irigaray, acompañada de su equipo de biólogos, ha explicado que durante este 2024 han sido recogidos en la costa guipuzcoana un total de cinco ejemplares de tortuga boba, mientras que otros dos fueron encontrados sin vida. Además, la tendencia se repite en otras zonas del Cantábrico, como en la localidad francesa de La Rochelle, donde se ha observado un incremento de hasta diez veces más en el avistamiento de estos animales.
UN AÑO EXCEPCIONAL PARA LAS TORTUGAS BOBAS
Según los expertos del Aquarium, este 2024 ha sido un año «excepcional» en cuanto a la llegada de tortugas bobas a nuestras costas, llegando en «condiciones críticas» que han requerido de un proceso de recuperación en las instalaciones del oceanario. Tras los cuidados y tratamientos necesarios, tres de estos ejemplares han sido devueltos al mar este mismo martes.
Dos de las tortugas reintroducidas, Aquiles y Portu, han sido marcadas con transmisores satelitales para poder seguir de cerca sus movimientos y desplazamientos. Este método, que ya se utilizó el verano pasado con la tortuga Bermiu, permitirá a los investigadores obtener valiosa información sobre los hábitos y rutas migratorias de esta especie en el Golfo de Bizkaia y el Atlántico Norte.
La primera de las tortugas rescatadas, Aquiles, fue encontrada el 13 de abril con una infección respiratoria y un peso de 1.690 gramos, pero tras el tratamiento ha logrado alcanzar un peso saludable de 2.150 gramos. La segunda, Pirata, presentaba una infección ocular, neumonía y el caparazón cubierto de algas, mientras que la tercera, Portu, fue rescatada en el puerto de San Sebastián en un estado muy debilitado y con una grave infección pulmonar.
LA NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA INTERNACIONAL
Según explica Guillermo López, de la empresa pública Tragsatec, el marcaje con transmisores satelitales de estas tortugas permitirá «ayudar a mejorar el conocimiento de esta especie en su medio natural» y conocer más sobre las causas de su migración hacia el Atlántico Norte y, en particular, al Golfo de Bizkaia.
Dado que en los últimos años se ha observado un aumento de la migración de esta especie en aguas de España, Francia e Inglaterra, López considera que «quizás habría que plantear una estrategia internacional para su protección. Esta iniciativa conjunta podría ser clave para comprender mejor los factores que impulsan estos desplazamientos y adoptar las medidas necesarias para garantizar la conservación de las tortugas bobas en el Cantábrico y el Atlántico.
EL COMPROMISO DEL AQUARIUM DE SAN SEBASTIÁN
El Aquarium de San Sebastián ha demostrado un compromiso inquebrantable con la recuperación y reintroducción de las tortugas bobas en su hábitat natural. A través de los cuidados y tratamientos brindados en sus instalaciones, así como del marcaje con transmisores satelitales, este centro de investigación y educación ambiental está contribuyendo de manera fundamental a ampliar el conocimiento sobre los movimientos y el estado de conservación de esta especie en el Cantábrico.
Al mismo tiempo, la labor del Aquarium refleja la creciente preocupación y el interés de la sociedad por entender y preservar los ecosistemas marinos y la biodiversidad que los habita. La reintroducción de estas tres tortugas bobas es un claro ejemplo de cómo la ciencia y el compromiso pueden hacer la diferencia en la protección de especies amenazadas.