La propuesta de una enorme granja de gallinas ponedoras en Sineu, Mallorca, ha desencadenado una preocupante situación que ha captado la atención de Greenpeace. Esta organización ecologista ha presentado alegaciones que ponen de manifiesto los graves impactos ambientales y de salud pública que esta iniciativa podría generar.
Según los cálculos de Greenpeace, el proyecto de Avícola Son Perot contempla la construcción de una macrogranja capaz de albergar hasta 750.000 gallinas ponedoras, lo que se traduciría en una producción anual de 156 millones de huevos. Sin embargo, esta escala industrial conlleva una serie de preocupantes consecuencias que deben ser examinadas cuidadosamente.
El Elevado Consumo de Agua y la Contaminación por Amoníaco
Una de las principales preocupaciones planteadas por Greenpeace es el alto consumo de agua que requeriría esta macrogranja. De acuerdo con sus estimaciones, el proyecto demandaría más de 61.000 m³ de agua al año, lo que representa una tercera parte del consumo total del municipio de Sineu. Este enorme volumen de agua, sumado a la producción de alimento para las aves, genera serias dudas sobre la sostenibilidad y la disponibilidad de este recurso hídrico en la región.
Además, Greenpeace ha señalado que el proyecto carece de cálculos específicos sobre los impactos ambientales, particularmente en lo que respecta a las emisiones de amoníaco. Este gas tóxico, que se genera en grandes cantidades por la acumulación de estiércol, puede tener efectos nefastos sobre el medio ambiente y la salud de las personas. Según la ONG, esta macrogranja se convertiría en la más contaminante del país en términos de amoníaco, superando incluso a otras explotaciones avícolas industriales ya en funcionamiento.
El Impacto sobre las Masas de Agua y la Contaminación por Nitratos
Otro aspecto preocupante es el impacto negativo que este proyecto tendría sobre las masas de agua en lo que concierne a la contaminación por nitratos. Este es un problema grave en toda España, pero especialmente acuciante en Baleares, donde el municipio de Sineu lleva más de una década sin poder consumir su agua debido a este tipo de contaminación.
Greenpeace teme que la enorme cantidad de estiércol generada por la macrogranja agrave aún más esta situación, comprometiendo aún más la calidad del agua y la salud de la población local. Estos argumentos ponen de manifiesto la necesidad de un análisis exhaustivo de los impactos ambientales a largo plazo que este proyecto podría generar.
Dimensiones Faraónicas y Falta de Consideración del Impacto en la Población
Finalmente, Greenpeace ha calificado el proyecto como de "dimensiones faraónicas", con diez naves industriales y una gran cantidad de infraestructura de apoyo, como estercoleros y fosas para almacenar el estiércol. Según la ONG, en ningún momento se ha contemplado el impacto que este tráfico continuo de camiones tendría sobre la población local, lo que evidencia una falta de consideración hacia las comunidades aledañas.
En resumen, la propuesta de Avícola Son Perot para construir una macrogranja de gallinas ponedoras en Sineu, Mallorca, ha despertado serias preocupaciones entre los expertos y la sociedad civil. Greenpeace ha presentado alegaciones que ponen de manifiesto los riesgos ambientales y de salud pública asociados a este proyecto, lo que exige un análisis exhaustivo y la implementación de medidas de mitigación adecuadas antes de su eventual aprobación.