En un giro inesperado de eventos, la comunidad del deporte náutico en España se ha visto conmocionada por un incidente que ha ensombrecido una de las competiciones más prestigiosas del país. La detención de uno de los jueces de la Copa de España de Vela de la clase Vaurien, celebrada en la localidad leonesa de Barrios de Luna, ha sacudido los cimientos de este deporte de élite.
Según informes de la Subdelegación de Gobierno en León, los agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención del juez acusado de cometer un delito contra la libertad sexual. Al parecer, el individuo habría mantenido presunto contacto físico con tres menores durante una fiesta en el Club Náutico del embalse de Barrios de Luna, donde se desarrollaba la competición.
Acusaciones de Conducta Inapropiada
Además del contacto físico, el detenido también habría proferido comentarios que fueron calificados como "inapropiados" por las afectadas, generando en ellas "incomodidad y malestar". Estas acciones han sido denunciadas y han desencadenado un proceso judicial en el que la organización de la competición y la Real Federación de Vela han intervenido de manera inmediata.
Ángel Puente, presidente de la Federación de Castilla y León de Vela, ha confirmado que el juez detenido había sido convocado para ejercer sus funciones en la Copa de España de Vela de la clase Vaurien. Sin embargo, una vez conocidos los hechos, la organización y la federación iniciaron el protocolo de acoso, conformando un comité y reteniendo al ahora detenido.
Cancelación de la Competición
Como resultado de estas acusaciones, la competición que se estaba desarrollando en Barrios de Luna fue cancelada. La Real Federación de Vela y su homóloga en la Comunidad Autónoma de Castilla y León tomaron esta decisión con el objetivo de proteger a los participantes y mantener la integridad del evento.
El detenido ha sido puesto a disposición judicial a la espera de que se celebre un juicio rápido, en el que el Club Deportivo Náutico de León se personará como acusación particular. Este incidente ha generado un fuerte impacto en la comunidad del deporte náutico, poniendo en evidencia la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y supervisión durante este tipo de eventos deportivos de alto nivel.
Es importante destacar que, ante acusaciones de tal gravedad, las autoridades y organismos responsables han actuado con celeridad y firmeza, demostrando su compromiso con la protección de los menores y el mantenimiento de los más altos estándares éticos en el deporte. La comunidad náutica española espera que este hecho aislado no empañe la trayectoria y reputación de una disciplina que ha cosechado numerosos éxitos a nivel internacional.