Ritmo de ascenso laboral: La larga senda de las mujeres para alcanzar la máxima categoría docente

La desigualdad de género en el ámbito académico es un desafío persistente que las instituciones de educación superior deben enfrentar con urgencia. Un reciente estudio publicado en la revista Applied Economics ha arrojado luz sobre esta problemática, revelando cómo la discriminación y los sesgos de comportamiento afectan la trayectoria profesional de las mujeres en la academia.

Los investigadores, Mariluz Maté y Manuel Ruiz de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), junto con Richard Harris de la Universidad de Durham, utilizaron la base de datos de las 24 universidades británicas del grupo Russel para analizar la brecha de género en los ascensos y la permanencia en la carrera académica. Los hallazgos son alarmantes y tienen una aplicabilidad directa en el contexto español.

Retardo en la Promoción Académica de las Mujeres

Los resultados del estudio demuestran que, en promedio, las mujeres tardan 8,5 años más que los hombres en alcanzar el puesto de Profesora Titular y, posteriormente, 6,1 años adicionales para conseguir una cátedra. Esta disparidad en los tiempos de promoción refleja la existencia de barreras y sesgos que obstaculizan el avance de las académicas.

Según los autores, estos patrones no se deben a diferencias en la productividad científica, sino a un sesgo cultural presente en el sistema académico. Asume que las mujeres tienen una menor productividad debido a responsabilidades externas, lo que les impide partir en igualdad de condiciones en términos de tiempo y recursos para invertir en sus carreras.

Para revertir esta tendencia, es crucial que las instituciones educativas en España revisen y adapten sus procedimientos de contratación y promoción, con el fin de mitigar cualquier forma de sesgo y discriminación.

Obstáculos en la Publicación Científica de las Mujeres

Otro aspecto destacado por la investigación es la existencia de obstáculos adicionales que enfrentan las publicaciones científicas de las mujeres. Estos obstáculos se derivan de un sesgo cultural que asume una menor productividad femenina debido a las responsabilidades externas.

Como resultado, las mujeres no parten de las mismas condiciones en términos de tiempo y recursos para invertir en sus carreras, lo que se traduce en desventajas en las solicitudes de promoción.

Para abordar este problema, es fundamental que las políticas de igualdad tengan en cuenta que el sistema es innatamente sesgado y discriminatorio. Reconocer estas diferencias de género en las tasas de publicación y el éxito de las becas de investigación es un paso crucial para avanzar hacia una mayor paridad en la academia.

Llamado a la Acción: Hacia una Academia más Equitativa

En conclusión, el estudio realizado por los catedráticos de la UPCT y el investigador de la Universidad de Durham evidencia la persistencia de la desigualdad de género en el ámbito académico. Las mujeres enfrentan barreras y sesgos que retrasan su promoción y ponen en riesgo su permanencia en la carrera académica.

Para abordar este desafío, las universidades deben redoblar sus esfuerzos y adoptar medidas concretas que eliminen cualquier forma de discriminación y sesgos en los procesos de contratación y promoción. Solamente a través de una acción decidida y un compromiso institucional podremos avanzar hacia una academia más justa e igualitaria para todas las personas.