Especial 20 Aniversario

La Armada de Noruega se enfrenta a Navantia: el hundimiento que sacude el mundo naval

El Ministerio de Defensa de Noruega ha demandado a la empresa naval Navantia por el hundimiento de uno de sus buques, la fragata KNM ‘Helge Ingstad’, en el año 2018. La fragata, construida en el astillero de Ferrol, chocó contra un petrolero en aguas de Noruega, lo que provocó su hundimiento parcial.

Tanto la Fiscalía como los abogados del Gobierno nórdico han rehusado dar información sobre en qué se basa la denuncia. Por su parte, Navantia ha confirmado la existencia del proceso legal, pero también ha evitado proporcionar detalles. Este nuevo desarrollo jurídico se produce después de que el informe final de la Agencia Noruega de Investigación en Seguridad (NSIA) concluyera en 2021 que el hundimiento no se debió a fallos en la construcción, sino a la falta de seguimiento de los procedimientos establecidos por parte de la tripulación durante la evacuación.

El Accidente y sus Consecuencias

El hundimiento parcial de la fragata ‘Helge Ingstad’ en noviembre de 2018 generó un cruce de acusaciones entre España y Noruega. Sin embargo, el informe de la NSIA señaló que el problema no se originó en la construcción de la unidad, realizada en los astilleros de Navantia en Ferrol, sino en la evacuación de la tripulación.

El documento detalla que el hundimiento se pudo haber evitado si se hubieran cerrado a tiempo las puertas, escotillas y otras aberturas para mantener la estabilidad y flotabilidad del buque. Además, descartó que el paso de agua a través de la línea de ejes fuera un factor decisivo.

Las conclusiones del informe incluyeron 28 recomendaciones para mejorar la seguridad en la operación de los barcos militares, ninguna de ellas dirigida a Navantia. Estas sugerencias estaban principalmente enfocadas a la Real Marina Noruega y a la Agencia Noruega de Material de Defensa (NDMA).

El Papel de Navantia en la Construcción de la Fragata

La KNM ‘Helge Ingstad’ fue la cuarta de cinco fragatas construidas por Navantia en su astillero de Ferrol para la Armada de Noruega, entre los años 2006 y 2011. A pesar de que el informe de la NSIA no señaló problemas en la construcción de la unidad, el Ministerio de Defensa de Noruega ha decidido ahora demandar a la empresa española.

Esta nueva acción legal se produce después de que Noruega y Navantia lograran superar los cruces de acusaciones iniciales tras el hundimiento. Ahora, la disputa jurídica se centra en determinar las responsabilidades y consecuencias de este accidente marítimo, cuyas causas parecen estar más relacionadas con la gestión de la evacuación que con defectos de fabricación.