La reciente «operación jaula» llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra para intentar localizar al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido objeto de fuertes críticas por parte del sindicato mayoritario, Sap-Fepol. En una contundente rueda de prensa, el secretario general de este sindicato, Pere Garcia, ha expresado su rechazo a la forma en que se desarrolló esta operación, calificándola de «absolutamente desafortunada» y cuestionando la justificación ofrecida por las autoridades.
Según Garcia, la «operación jaula» se llevó a cabo con el objetivo de intentar dar una justificación al fallo en la detención de Puigdemont, una acción que, en su opinión, causó un considerable impacto en la ciudadanía al mantenerla «prácticamente cuatro horas parada en las carreteras de Cataluña». El sindicato ha resaltado que el cuerpo de Mossos d’Esquadra cuenta con un área de mediación que podría haber sido utilizada de forma alternativa en lugar de ejecutar esta acción.
LAS RESPONSABILIDADES Y LOS ERRORES
Garcia ha criticado duramente la rueda de prensa ofrecida por las autoridades competentes, en la que, a su juicio, se derivaron las responsabilidades hacia «terceras personas». El secretario general de Sap-Fepol ha instado a que desde la Prefactura se realice un análisis exhaustivo de los errores cometidos y una revisión de cara a actuaciones futuras, con el fin de brindar a la ciudadanía de Cataluña una respuesta clara sobre lo ocurrido.
En relación a la detención de tres mossos que supuestamente ayudaron a Puigdemont a huir, Garcia ha manifestado que no cree que haya habido una permisividad desde la Jefatura en lo que respecta al servicio prestado por algunos agentes durante sus horas libres. Sin embargo, ha reconocido que la Justicia será la encargada de determinar las responsabilidades y si se reflejarán en sanciones disciplinarias.
LAS PETICIONES AL NUEVO GOBIERNO
Ante la llegada de una nueva consellera de Interior, la socialista Núria Parlón, Sap-Fepol ha expuesto una serie de solicitudes. Garcia ha pedido que la nueva consejera sea cercana al cuerpo de Mossos d’Esquadra y que no los vea «como un enemigo político, sino como una herramienta necesaria, absolutamente imprescindible».
Asimismo, el sindicato ha manifestado su deseo de que los cambios en la prefactura de la organización se realicen con la debida consulta a los sindicatos, a diferencia de lo ocurrido durante la anterior legislatura. Además, Garcia ha instado al nuevo departamento a no «vivir en una realidad paralela», donde se antepongan las necesidades de rédito político a las prioridades en materia de seguridad.
En resumen, la crítica sindical a la «operación jaula» pone de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia, responsabilidad y colaboración entre las autoridades y los agentes encargados de velar por la seguridad de los ciudadanos. Será crucial que el nuevo gobierno de Interior escuche atentamente estas preocupaciones y trabaje para garantizar una gestión más eficaz y respetuosa de las fuerzas de seguridad.