Cantabria ha sido protagonista de un fenómeno meteorológico histórico este 30 de julio, registrando la mayor racha de viento del país, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) consultados por Europa Press.
Esta ráfaga alcanzó los 129 kilómetros por hora en el Mirador del Cable, ubicado en el Parque Nacional Picos de Europa, liderando también el ranking nacional en cuanto a velocidad máxima con 94 km/h.
Además, la localidad de Tresviso se ha situado en la quinta posición de la tabla nacional de rachas de viento, con 92 km/h a las 6.00 horas de este martes. La región permanece en alerta amarilla por temperaturas de hasta 36 grados centígrados, con máximas que rondan los 34 grados en Polientes (Valderredible), los 33 grados en Tama (Cillórigo de Liébana) y San Felices de Buelna, los 32 grados en Bárcena Mayor (Los Tojos), y los 31 grados en Cubillo de Ebro (Valderredible).
IMPACTO DEL VIENTO RÉCORD EN LA REGIÓN
Este viento récord ha tenido un importante impacto en la región de Cantabria. Las rachas de viento han provocado daños en infraestructuras, árboles caídos y cortes de suministro eléctrico en diversas zonas. Las autoridades locales y los servicios de emergencia han tenido que actuar rápidamente para hacer frente a las consecuencias de este fenómeno meteorológico.
Además, el fuerte viento ha dificultado la circulación por carreteras, lo que ha obligado a tomar medidas de precaución y control del tráfico en algunas vías. Los responsables de Protección Civil y Bomberos han trabajado arduamente para garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar los daños causados por esta ráfaga de viento sin precedentes.
Las empresas de la región también se han visto afectadas, con interrupciones en su actividad y problemas logísticos debido a los cortes de suministro eléctrico y la dificultad de desplazamiento. Esto supone un desafío adicional para la economía local, que ya se enfrenta a los efectos de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
PREPARACIÓN Y RESPUESTA ANTE FENÓMENOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS
Ante este tipo de fenómenos meteorológicos extremos, es fundamental que las autoridades y la población estén preparadas y cuenten con protocolos de actuación bien definidos. La coordinación entre los diferentes organismos y la comunicación efectiva con la ciudadanía son clave para hacer frente a estos desafíos.
En el caso de Cantabria, los responsables de Protección Civil y los servicios de emergencia han trabajado de manera eficaz para responder rápidamente a la situación. Sin embargo, esta experiencia también pone de manifiesto la necesidad de reforzar y mejorar los planes de contingencia para estar mejor preparados ante futuros eventos de esta magnitud.
Además, es crucial que las empresas de la región también cuenten con estrategias y medidas de prevención y mitigación de riesgos ante fenómenos meteorológicos extremos. Esto les permitirá minimizar el impacto en su actividad y garantizar la continuidad de sus operaciones, lo que a su vez contribuirá a la resiliencia de la economía local.
En conclusión, el viento récord registrado en Cantabria el 30 de julio ha sido un evento meteorológico excepcional que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de la región. Esta experiencia debe servir como un llamado a reforzar la preparación y la coordinación entre todos los actores involucrados, con el objetivo de estar mejor equipados para hacer frente a futuros desafíos climáticos.