En un impresionante giro de los acontecimientos, la población mundial de tigres ha experimentado un aumento sorprendente del 74% en tan solo 13 años, llegando a los 5.574 ejemplares, según los últimos datos presentados por la organización WWF. Este notable logro en la conservación de la especie demuestra que, con esfuerzo y dedicación, es posible revertir la trayectoria de declive de uno de los animales más icónicos del planeta.
El Día Internacional del Tigre, que se conmemora este lunes 29 de julio, se convierte en una celebración aún más significativa después de conocer estos alentadores números. Sin embargo, la organización ambiental advierte que la amenaza del tráfico ilegal y la destrucción de hábitats aún acecha a esta majestuosa especie, lo que ha llevado a la extinción de tres de sus nueve subespecies en el siglo pasado.
La Batalla por la Supervivencia: Retos y Avances
A pesar de los progresos a nivel global, la situación del tigre sigue siendo delicada en algunas regiones. En los últimos 25 años, la especie ha desaparecido por completo de países como Camboya, Laos y Vietnam, y ha experimentado descensos significativos en Malasia, Myanmar y, en menor medida, en Tailandia.
No obstante, la organización ha logrado avances notables en otros países, como Nepal, donde la población de tigres se ha duplicado, y en Bután, donde ahora habitan 131 ejemplares, un 27% más que en 2015. Asimismo, se observan signos de recuperación en China, India, Rusia y Bután, lo que demuestra que los esfuerzos de conservación están dando frutos.
Un Futuro Prometedor: Estrategias y Desafíos
Para alcanzar el objetivo de conservación establecido por WWF, que plantea mantener estables o aumentar las poblaciones de tigres y sus hábitats en 22 zonas de toda su área de distribución actual e histórica, se requiere un trabajo sostenido y multifacético.
La organización ha dedicado más de 60 años a la protección y recuperación de las poblaciones de tigre en todo el mundo, lo que incluye la restauración de sus hábitats, principalmente en los bosques del noreste de China, donde vive el tigre de Amur. Además, han creado reservas y corredores para reconectar poblaciones aisladas en los 13 países donde sobrevive la especie, logrando la existencia de más de 100 áreas de conservación.
Sin embargo, el tráfico ilegal y las trampas siguen siendo una amenaza constante para el tigre, colocándolo en la categoría de «en peligro» según la UICN. WWF trabaja arduamente en la lucha contra este crimen, apoyando a los guardas que se enfrentan a los furtivos y trabajando con los gobiernos de los países para endurecer la persecución de este delito y vigilar la venta ilegal en mercados clandestinos.
Asimismo, la organización fomenta el ecoturismo en estas áreas de conservación y promueve el diálogo con las comunidades locales para posibilitar la coexistencia entre el ser humano y el tigre. Estas estrategias integrales, que abarcan desde la restauración de hábitats hasta la colaboración con las autoridades y las poblaciones locales, son fundamentales para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie emblemática.
En conclusión, la notable recuperación de la población mundial de tigres es un testimonio del poder de la conservación y del compromiso de organizaciones como WWF. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar la protección de esta majestuosa especie y su hábitat. Con una acción coordinada y persistente, es posible construir un futuro en el que el tigre, el rey de la selva, pueda prosperar y reinar por generaciones venideras.