Un equipo de investigadores, liderado por el Instituto de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo (IIORC) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), en colaboración con instituciones internacionales, ha realizado un hallazgo significativo en el campo de la enfermedad de Alzheimer (EA).
Mediante el uso de tecnologías de imagen avanzadas, los científicos han observado cambios vasculares y estructurales en la retina de un modelo de ratón de EA, incluso en las etapas más tempranas de la enfermedad.
Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas para la detección precoz y el seguimiento de esta enfermedad neurodegenerativa, lo que podría tener un impacto crucial en el manejo y el tratamiento de la misma. La investigación, publicada en la revista ‘Biomolecules’, ha sentado las bases para el desarrollo de estrategias de intervención temprana.
OBSERVACIÓN DE ALTERACIONES VASCULARES Y ESTRUCTURALES EN LA RETINA
Los ratones utilizados en el estudio, denominados APPNL-F/NL-F, son un modelo que simula con precisión los procesos patológicos de la EA en humanos. Al analizar la retina de estos roedores, los investigadores han detectado alteraciones significativas en la estructura vascular, especialmente en el complejo vascular superficial. Además, observaron variaciones en el grosor retiniano, con una disminución del grosor en las capas internas de la retina y un aumento del grosor en las capas externas en la mayoría de los puntos de análisis.
Estas variaciones estructurales preceden a los cambios cognitivos que ocurren en etapas posteriores de la enfermedad. El estudio abarcó diferentes etapas de la vida de los ratones, desde los seis hasta los 20 meses de edad, y se compararon con ratones control de la misma edad.
NUEVAS HERRAMIENTAS DE DIAGNÓSTICO PRECOZ
La investigación se llevó a cabo utilizando tecnología avanzada de imagen, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA). Estas técnicas no invasivas permitieron el análisis detallado de la retina de los ratones.
Los cambios vasculares y estructurales observados en la retina ofrecen una prometedora herramienta de diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer. La detección temprana del Alzheimer es crucial para el manejo y el tratamiento de la enfermedad, ya que permite intervenir en las fases iniciales, cuando los síntomas aún no son evidentes.
Según la investigadora del IIORC y coautora del estudio, María Rosa de Hoz, estos hallazgos no solo facilitan la comprensión de los mecanismos subyacentes de la EA, sino que también podrían conducir al desarrollo de nuevas estrategias de intervención temprana. Esto representa un avance significativo en la lucha contra esta devastadora enfermedad.
IMPLICACIONES Y PRÓXIMOS PASOS
Los resultados de este estudio son de gran relevancia para la comunidad científica y médica, ya que abren nuevas vías para la detección precoz y el seguimiento de la enfermedad de Alzheimer. Estos cambios estructurales y vasculares en la retina, detectados mediante técnicas no invasivas, podrían convertirse en biomarcadores valiosos para el diagnóstico temprano de la EA.
Además, estos descubrimientos podrían contribuir al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas, al facilitar la comprensión de los mecanismos subyacentes de la enfermedad. Los investigadores planean continuar explorando estas líneas de investigación, buscando establecer una relación más sólida entre los cambios retinianos y la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
En conclusión, este estudio representa un avance significativo en el campo de la enfermedad de Alzheimer, al revelar cambios vasculares y estructurales en la retina como posibles biomarcadores para la detección precoz de esta devastadora enfermedad neurodegenerativa. Estos hallazgos abren nuevas oportunidades para mejorar el manejo y el tratamiento de los pacientes con Alzheimer.