El PP se aferra a Vox mientras que la izquierda lo denuncia

La reciente salida de Vox de los gobiernos autonómicos compartidos con el Partido Popular (PP) ha generado un intenso debate en el panorama político español. Mientras algunas formaciones políticas, como Sumar y Podemos, han celebrado esta separación, otros cuestionan si se trata de una verdadera ruptura ideológica o simplemente una maniobra táctica del PP.

El Chantaje de Vox y la Reacción del PP

Las críticas se centran en que el PP no ha roto con Vox por convicción democrática, sino por la presión ejercida por la formación liderada por Santiago Abascal para rechazar el reparto de menores migrantes no acompañados entre las comunidades autónomas. Según Sumar y Podemos, esta decisión se debe más a un «chantaje» de Vox que a una verdadera desvinculación de la ultraderecha.

Además, señalan que, si bien Vox ha salido de los ejecutivos autonómicos, el PP sigue manteniendo su alianza con este partido en los ayuntamientos y no ha cesado a los dos consejeros «díscolos» de Vox en Extremadura y Castilla y León. Esto sugiere que el PP aún sigue asumiendo las políticas de la ultraderecha en algunas instancias.

Publicidad

La Oportunidad del PP para Desmarcarse de Vox

Ante esta situación, tanto Sumar como Podemos han retado al PP a que aproveche esta oportunidad para desmarcarse definitivamente de Vox, facilitando la aprobación de la reforma de la Ley de Extranjería, que busca blindar los mecanismos de acogimiento obligatorios para menores migrantes entre las comunidades autónomas.

Sin embargo, los partidos de izquierda lamentan que esta ruptura no viene del «convencimiento democrático» del PP, sino de la presión ejercida por Vox. Además, destacan que las coaliciones entre ambas formaciones aún perviven en más de 140 ayuntamientos y que el PP ha incorporado políticas del programa de Vox, como la aprobación de las leyes de «desmemoria» histórica en algunas comunidades autónomas.

El Futuro de la Derecha en España

En resumen, la fractura entre el PP y Vox en los gobiernos autonómicos ha sido recibida como una «excelente noticia» por los partidos de izquierda, pero con la cautela de que esta separación no parece responder a un cambio ideológico del PP, sino a una estrategia coyuntural. Ahora, el reto para el PP es demostrar si realmente está dispuesto a distanciarse de la ultraderecha y alinearse con las posiciones de sus socios conservadores en Europa, que rechazan las alianzas con Vox.

Este escenario también lanza un mensaje a la izquierda, que deberá trabajar intensamente para intentar desalojar a la derecha de los gobiernos autonómicos y municipales en el futuro. El problema, según Podemos, sigue siendo el propio Partido Popular, lo que supone un desafío adicional para los partidos progresistas en su búsqueda de una alternativa de gobierno.

Publicidad