Especial 20 Aniversario

El Juzgado aprueba enjuiciar al exmonitor de Nazaret acusado de abusos sexuales

La decisión del Juzgado de Instrucción número 5 de Palma de no archivar la denuncia contra el exmonitor de la Fundació Natzaret, acusado de abusos sexuales, y transformar el proceso en un procedimiento ordinario de sumario, representa un momento clave en este caso que se remonta a los años 80.

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El rechazo a las alegaciones de la defensa sobre la falta de pruebas y la prescripción del delito allana el camino para que el exmonitor sea finalmente enjuiciado, lo cual supone un importante avance para la víctima, Antoni Estela, quien ha luchado durante años para que su denuncia sea atendida.

La Importancia de Seguir Adelante con el Proceso

La decisión del Juzgado de no archivar el caso por la antigüedad de los hechos es crucial, ya que permite que se siga investigando y se reúnan las pruebas necesarias para determinar la posible comisión del delito y la participación del investigado. El abogado de Estela, Francisco Ochoa, considera que hay «base jurídica para seguir adelante» y que existe la «posibilidad de que haya sentencia condenatoria», aunque el debate principal girará en torno a la prescripción del delito.

Ochoa ha aplaudido el «trabajo excelente» de la Fiscalía en la gestión de los tiempos procesales, lo cual sienta un precedente importante y abre la puerta para que otras víctimas que no se habían atrevido a denunciar puedan hacerlo. Además, en este caso particular, Estela cuenta con un elemento novedoso: un vídeo incriminatorio grabado hace unos años en el que el presunto agresor no niega las acusaciones.

La Necesidad de Reparación para las Víctimas

Para las asociaciones que apoyan a Estela, como ARDIP, es fundamental que este tipo de delitos no prescriban mientras viva la víctima y que se establezcan mecanismos de reparación. Estela ha reclamado al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) que abra una oficina para víctimas de abusos sexuales en centros de protección, que evalúe su credibilidad y promueva una reparación.

Además, Estela ha pedido al Obispado de Mallorca que asuma su responsabilidad en el hecho de que se produjeran «hechos tan terribles» en la institución que presidía el patronato de la Fundación Natzaret. El activista ha expresado que durante aquellos años sufrió «todo tipo de aberraciones» y que el exmonitor lo ofreció a otros varones para que también abusaran de él, lo cual le ha causado graves problemas psicológicos.

En definitiva, la decisión del Juzgado de Instrucción de Palma representa un paso decisivo en este caso de abusos sexuales que se remonta a décadas atrás, y abre la puerta a que se haga justicia y se brinde la reparación que las víctimas merecen. Este caso es un ejemplo de la importancia de perseverar en la lucha contra este tipo de delitos, independientemente del tiempo transcurrido.

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