Los usuarios de Xbox y PC van a tener que pagar más dinero por culpa de Call of Duty

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Microsoft ha anunciado recientemente una subida de precios en sus servicios de suscripción Xbox Game Pass y Xbox Game Pass Ultimate. Desde el pasado 6 de julio, la tarifa mensual de Game Pass estándar para consolas aumentó de 9,99 € a 10,99 €. Por su parte, el plan Ultimate, que incluye ventajas adicionales como el acceso a EA Play y Xbox Live Gold, subió de 12,99 € a 14,99 € mensuales.

Esta medida afectará primero a los nuevos suscriptores, mientras que los actuales verán el incremento reflejado a partir del próximo 13 de agosto, dependiendo de su ciclo de facturación. La suscripción para PC, sin embargo, no experimentaría grandes cambios de precio en este momento.

Xbox Y Marvel Unen Fuerzas Xbox Game Pass

Además de esta subida, Microsoft lanzará un nuevo plan básico de Game Pass sin estrenos día uno, lo que permitirá a los usuarios acceder a una selección de juegos por un precio más reducido, pero sin los títulos más recientes en su lanzamiento.

Estos cambios coinciden con la expectativa del lanzamiento del nuevo título de la saga Call of Duty, «Call of Duty: Black Ops Gulf War», que se espera se estrene directamente en el catálogo de Game Pass. La estrategia de Microsoft con estos ajustes parece buscar un equilibrio entre los costos de añadir grandes títulos a su servicio y la sostenibilidad económica del mismo.

Call Of Duty
Call Of Duty

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Consolas de Xbox también suben de precio

El aumento de precios también afecta al hardware de Xbox, con la consola Xbox Series X subiendo de 499,99 € a 549,99 € en Europa a partir del 1 de agosto. En contraste, el modelo Xbox Series S mantendrá su precio actual de 299,99 €.

Estos movimientos se enmarcan en una serie de cambios estratégicos que Microsoft está implementando para mantener la competitividad y la oferta de contenidos de calidad en su ecosistema de juegos, mientras navega por el desafío de los costos crecientes y la incorporación de nuevas adquisiciones como la de Activision Blizzard.

Estos movimientos reflejan la necesidad de adaptarse a las condiciones económicas actuales y garantizar la sostenibilidad del modelo de negocio, al tiempo que se sigue ofreciendo un amplio catálogo de juegos y beneficios para los suscriptores.