Collboni pide una fiscalidad severa, mientras que Almeida defiende no subir impuestos

En un escenario marcado por la complejidad política y los retos compartidos por las principales ciudades españolas, los alcaldes de Barcelona y Madrid se dieron cita en un coloquio organizado por ‘La Vanguardia’ y EY. Jaume Collboni y José Luis Martínez-Almeida expusieron sus enfoques sobre temas clave como la fiscalidad, la seguridad y la cooperación entre instituciones.

Dos Visiones sobre el Sistema Fiscal

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, abogó por un sistema fiscal fuerte que sustente un sólido Estado del Bienestar y una redistribución de la riqueza, argumentando que esto es compatible con la competitividad y un tejido productivo dinámico. En contraposición, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, defendió no subir los impuestos, ya que, en su opinión, esto no genera un aumento automático de la actividad económica, sino más bien un decrecimiento.

El regidor madrileño calificó a su ciudad como la capital fiscal de España, destacando que aprovechan el marco jurídico para tomar decisiones en este ámbito, sin incurrir en prácticas de ‘dumping fiscal’. Por su parte, Collboni se mostró en contra de que el marco legal permita la competitividad a la baja en el sistema fiscal, pues considera que ello perjudica a los servicios públicos y al Estado del Bienestar.

Seguridad y Competencias Compartidas

Tanto Collboni como Martínez-Almeida identificaron la multirreincidencia como un problema a abordar en sus ciudades, si bien señalaron a las administraciones superiores como las máximas responsables de estas competencias: la Generalitat en Cataluña y el Gobierno central en el caso de Madrid.

Almeida reclamó mecanismos específicos para las grandes urbes que permitan contar con recursos suficientes en materia de seguridad, poniendo como ejemplo la dificultad de cubrir plazas de la policía local por normativas supramunicipales. Collboni, por su parte, reivindicó la necesidad de aumentar la cooperación entre cuerpos policiales, instando a las administraciones superiores a actuar, ya que los ciudadanos rendirán cuentas a los ayuntamientos, las instituciones más cercanas a la población.

Diálogo y Consenso entre Instituciones

Sobre las relaciones entre Barcelona y Madrid, Almeida defendió el diálogo entre instituciones en un momento de desafección ciudadana hacia la política, situando a los ayuntamientos como las instancias idóneas para buscar soluciones y generar confianza.

Collboni reconoció que, si bien Barcelona y Madrid tienen tradiciones y proyectos políticos diferenciados, ambas ciudades afrontan problemas compartidos que afectan al ámbito local, como la seguridad o la vivienda. En este sentido, agradeció la facilidad de crear sinergias con su homólogo madrileño.

En resumen, el debate entre los alcaldes de las dos principales ciudades españolas puso de manifiesto enfoques divergentes en materia fiscal, pero también la voluntad de cooperar y encontrar soluciones a los desafíos comunes que enfrentan los gobiernos municipales.