Jesús Maetzu lamenta que cuestionen la acogida de menores migrantes no acompañados

La migración es un fenómeno complejo que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de muchos países, especialmente cuando se trata de la acogida de menores migrantes no acompañados. En Andalucía, el Defensor del Pueblo, Jesús Maeztu, se ha manifestado firmemente en defensa de estos niños y adolescentes, rechazando los discursos que cuestionan su acogida.

Maeztu ha expresado su profunda preocupación por los «horribles» discursos que se han escuchado en los últimos días, en los que se niega el reparto y acogida de estos menores. Según el Defensor del Pueblo, se trata de una cuestión de Derechos Humanos que debe abordarse con un enfoque solidario y equilibrado.

LA IMPORTANCIA DE LA SOLIDARIDAD Y LA ACOGIDA

Jesús Maeztu ha sido enfático al señalar que Andalucía es una «tierra solidaria» que acogerá a quienes lo necesiten. Asimismo, ha hecho hincapié en que los flujos migratorios son un problema «europeo y nacional», lo que implica la necesidad de abordar esta cuestión de manera integral y coordinada.

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El Defensor del Pueblo ha criticado duramente los discursos que relacionan la migración con la inseguridad y la delincuencia, calificándolos de «mentiras» y «bulos» que carecen de fundamento. Según Maeztu, esta narrativa pretende distorsionar la realidad y generar rechazo hacia los migrantes, algo que debe ser combatido con hechos y con una actitud de apertura y comprensión.

En este sentido, el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, ha reafirmado que en Andalucía «no hay extranjeros propios ni externos». Fernández ha instado a «huir de la demagogia» y a aplicar más «solidaridad» en el abordaje de la situación de los menores migrantes no acompañados.

EL RETO DE LA ACOGIDA Y LA INTEGRACIÓN

La acogida de menores migrantes no acompañados supone un importante reto para las autoridades y la sociedad en su conjunto. Estos niños y adolescentes se encuentran en situación de especial vulnerabilidad y requieren de una atención especializada y un acompañamiento integral.

Más allá de la mera acogida, es fundamental trabajar en la integración de estos menores en las comunidades que los reciben. Esto implica garantizar su acceso a servicios básicos como educación, salud y vivienda, así como fomentar su participación en actividades culturales, deportivas y sociales que les permitan desarrollar sus habilidades y forjar vínculos con la sociedad de acogida.

En este sentido, el Defensor del Pueblo andaluz ha hecho un llamado a la adopción de un «reparto justo y equilibrado» de estos menores, evitando que su acogida recaiga de manera desproporcionada en determinadas regiones o comunidades.

Es necesario, por tanto, que las autoridades nacionales y autonómicas trabajen de manera coordinada para garantizar una distribución equitativa y una adecuada atención a estos niños y adolescentes.

EL PAPEL DE LA SOCIEDAD CIVIL

Además de la labor de las instituciones públicas, la sociedad civil también tiene un rol fundamental en la acogida y la integración de los menores migrantes no acompañados. Organizaciones no gubernamentales, asociaciones comunitarias y voluntarios pueden desempeñar un papel clave en la provisión de servicios, la facilitación de la inserción social y la sensibilización de la población sobre esta realidad.

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La solidaridad y la empatía de la ciudadanía son elementos clave para hacer frente a los desafíos que plantea la acogida de estos menores. A través de programas de mentorización, actividades de integración y campañas de sensibilización, la sociedad civil puede contribuir a crear entornos más inclusivos y acogedores, y a desmitificar los prejuicios y estereotipos que a menudo rodean a la población migrante.

En definitiva, la acogida de menores migrantes no acompañados es un reto complejo que requiere de la colaboración y el compromiso de todos los actores involucrados: las autoridades públicas, las organizaciones sociales y la ciudadanía en general. Solo mediante una respuesta coordinada, solidaria y basada en el respeto a los Derechos Humanos, podremos garantizar una integración exitosa de estos niños y adolescentes.

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