En los últimos meses, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha experimentado un cambio significativo en la procedencia de sus residentes. Más del 75% de los cerca de 500 migrantes acogidos en esta instalación del Gobierno español son ahora de origen sudamericano, principalmente de Colombia, Venezuela y Perú.
Este hecho representa un cambio notable en la composición del colectivo inmigrante en Melilla, que desde los inicios del fenómeno migratorio a finales de la década de los 80 ha visto llegar a migrantes de prácticamente todos los continentes, a excepción de Oceanía. Anteriormente, los principales grupos provenían de África subsahariana, el norte de África y Asia.
Las Facilidades Administrativas, un Imán para los Sudamericanos
Según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE), la mayoría de los inmigrantes sudamericanos que han llegado a Melilla en los últimos meses lo han hecho «atraídos por las facilidades para tramitar solicitudes de asilo» en comparación con otras provincias españolas, donde «el papeleo tarda más».
Este hecho ha circulado rápidamente entre los ciudadanos sudamericanos que llegan a España como turistas y acaban convirtiéndose en solicitantes de asilo. De esta manera, en pocos meses se han convertido en el colectivo mayoritario en el CETI de Melilla.
Las fuentes consultadas han señalado que los migrantes sudamericanos logran tramitar sus documentos con más rapidez en Melilla que en otras partes del país. Este factor, sumado a la cercanía geográfica de la ciudad autónoma con el continente africano, la ha convertido en un destino atractivo para este nuevo flujo migratorio.
El Perfil de los Migrantes Sudamericanos en Melilla
Del total de cerca de 500 migrantes acogidos en el CETI de Melilla, dos terceras partes son hispanoamericanos. Dentro de este grupo, destacan los nacionales de Colombia, con más de 200 integrantes, seguidos por los de Venezuela, con más de 100, y en tercer lugar los de Perú, con una presencia ligeramente menor.
Las fuentes consultadas han señalado que este colectivo está formado por hombres y mujeres, algunas familias, cuyas edades oscilan principalmente entre los 35 y 50 años.
Este cambio en el perfil del migrante que llega a Melilla refleja una nueva realidad en el fenómeno migratorio español, que tradicionalmente se había enfocado en los flujos provenientes de África y Asia. Ahora, la presencia sudamericana se ha convertido en protagonista, exigiendo una respuesta adaptada por parte de las autoridades y los servicios de acogida.