La Princesa Leonor, heredera al trono de España, ha recibido este miércoles el despacho de alférez del Ejército de Tierra y la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco de manos de su padre, Su Majestad el Rey de España, Felipe VI, en un acto en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza. Este evento marca un hito importante en la formación militar de la Princesa, quien deja la Academia "con una gran mochila llena de experiencias, valores, conocimiento, amistad y compañerismo", según las palabras del general director, Manuel Pérez López.
En un emotivo ceremonia, la Princesa de Asturias ha sido la primera en recibir su despacho como dama alférez cadete, acompañada de los número uno de esta promoción de nuevos oficiales del Ejército de Tierra y la Guardia Civil. Un total de 456 caballeros y damas cadetes han recibido sus correspondientes despachos de tenientes, entregados por las autoridades civiles y militares presentes en el acto.
El Legado de la Academia General Militar
El general director de la AGM se ha dirigido a la Princesa Leonor para expresarle que se lleva consigo una "gran mochila" que "la ha hecho crecer como persona y conocer mejor nuestro Ejército de Tierra y valorar la exigencia de la vida militar". Esta mochila está cargada de "excelentes compañeros y amigos" con los que ha compartido momentos duros y magníficas experiencias, creando así un "vínculo inquebrantable" dentro del "Espíritu de la General" que, según el general, la Princesa no olvidará jamás.
El director de la Academia ha felicitado a Su Alteza Real por la estrella de alférez que luce en su uniforme, la cual se ha ganado "por su esfuerzo, sacrificio, ejemplo ante sus compañeros y mandos, y una encomiable dedicación". Ha sido un honor para toda la AGM "servir con vuestra alteza y contribuir este año a vuestra formación".
Hacia Nuevos Retos Militares
Tras la entrega de despachos a los 456 nuevos tenientes del Ejército de Tierra y la Guardia Civil, el general director les ha dado la enhorabuena y les ha animado a vivir la profesión militar "de forma intensa", aprovechando cualquier ocasión para "aprender y crecer como militares". Les ha recomendado tener siempre presente a sus subordinados y mantener un "espíritu crítico" que les permita innovar y mejorar el empleo de las unidades, sin dudar en exponer a sus jefes cualquier idea o procedimiento que contribuya a alcanzar de la forma más eficiente el propósito del mando.
El general Pérez López les ha advertido que "el fracaso llamará en alguna ocasión a vuestra puerta", pero les ha instado a aprender de sus errores para salir fortalecidos como militares y como personas, pues "la moral de un oficial ha de ser inquebrantable". Finalmente, les ha recalcado la importancia de los valores militares como "amor a la patria, ejemplaridad, honor, disciplina, lealtad, valor, compañerismo", los cuales les harán mejores en su labor de servicio a España.
