La jornada laboral es un tema que ha generado un intenso debate en España en los últimos años. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha defendido firmemente la reducción de la jornada semanal como una medida clave para abordar la problemática de las horas extraordinarias no remuneradas y el trabajo a tiempo parcial involuntario.
En este contexto, el Gobierno ha asumido el compromiso de disminuir la jornada de las 40 horas semanales actuales a las 37,5 horas para el año 2025, sin que ello conlleve una merma salarial. Esta iniciativa busca abordar una «lacra» que afecta a millones de trabajadores en el país, quienes se ven obligados a realizar horas extras sin remuneración y a aceptar contratos a tiempo parcial de manera involuntaria.
La Lucha Contra las Horas Extraordinarias no Remuneradas
Según los datos presentados por la ministra Díaz, en España se realizan 4 millones de horas extraordinarias a la semana, de las cuales el 41% no se retribuyen. Esta situación, definida como una «lacra», es inaceptable y requiere una acción decidida por parte del Gobierno.
Para abordar este problema, el Ejecutivo se propone endurecer el registro horario, estableciendo un sistema «fiable, digital, accesible e interoperable». Además, se plantea introducir sanciones «eficaces y disuasorias» que prevengan los abusos en la jornada laboral.
La reducción de la jornada a 37,5 horas semanales sin merma salarial se presenta como una solución integral que, además de abordar el problema de las horas extraordinarias, también pretende combatir la «lacra» del trabajo a tiempo parcial involuntario.
La Jornada Laboral Europea y la Productividad en España
El diputado de Esquerra Republicana, Jordi Salvador i Duch, ha señalado que existe «margen de mejora» para acercar las horas anuales medias trabajadas en España (1.644 horas) a la media europea (1.571 horas). En este sentido, Díaz ha resaltado que países como Francia y Dinamarca cuentan con jornadas laborales aún más reducidas, de 35 y 33 horas semanales, respectivamente, sin que ello haya afectado negativamente a sus economías.
La ministra de Trabajo ha enfatizado que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas no solo beneficiará a la «ciudadanía» y a la «salud de las personas trabajadoras», sino que también aumentará la «eficacia económica» y la «productividad» en España. Esto se alinea con la evidencia que sugiere que una jornada más corta puede contribuir a mejorar el bienestar y la eficiencia de los trabajadores.
El Diálogo Social y el Compromiso del Gobierno
La titular de Trabajo ha reiterado el compromiso del Gobierno para llevar a cabo la reducción de la jornada laboral, y ha instado a la patronal CEOE a que presente una propuesta al respecto. Díaz ha advertido que, independientemente de la posición de la CEOE, el Ejecutivo «sí avanzará» en esta cuestión, en coordinación con los sindicatos de clase del país.
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial se presenta como una medida estratégica que busca abordar problemas estructurales en el mercado laboral español, como las horas extraordinarias no remuneradas y el trabajo a tiempo parcial involuntario. Además, esta iniciativa se alinea con las tendencias europeas y pretende impulsar la productividad y el bienestar de los trabajadores, consolidando así un modelo laboral más equilibrado y sostenible.