En los últimos meses, la cotización del yen frente al dólar estadounidense ha sufrido una notable caída, llegando a niveles similares a los que obligaron al Gobierno de Japón a intervenir en el mercado de divisas el pasado mes de abril. Esta situación refleja la compleja dinámica económica global y los desafíos que enfrentan los responsables de la política monetaria japonesa.
La debilidad del yen se ha visto acentuada por la diferencia en las políticas monetarias entre Japón y Estados Unidos, donde la Reserva Federal ha aumentado agresivamente las tasas de interés para combatir la inflación, mientras que el Banco de Japón ha mantenido una política monetaria ultra laxa. Esta divergencia ha provocado una mayor demanda del dólar en detrimento del yen, ejerciendo presión a la baja sobre la moneda nipona.
La Caída del Tipo de Cambio del Yen
El tipo de cambio del dólar llegó a alcanzar los 160,18 yenes por cada «billete verde», ligeramente por debajo de los 160,24 yenes del pasado 29 de abril, cuando registró su peor cruce frente al dólar desde abril de 1990. Esta fuerte depreciación del yen ha generado preocupación en las autoridades japonesas, que han buscado intervenir en el mercado de divisas para intentar estabilizar la moneda.
El Ministerio de Finanzas de Japón confirmó en mayo que había destinado la cifra récord de 9,788 billones de yenes (57.220 millones de euros) a operaciones en el mercado de divisas para defender la cotización de la moneda japonesa entre el pasado 26 de abril y el 29 de mayo. Esta fue la primera intervención del Ministerio de Finanzas de Japón en el mercado de divisas desde que saliera en defensa del yen en octubre de 2022, cuando destinó 6,349 billones de yenes (37.110 millones de euros).
La debilidad del yen puede tener importantes implicaciones para la economía japonesa, ya que encarece las importaciones, lo que a su vez puede presionar los precios al consumidor y afectar el poder adquisitivo de los hogares. Además, la fuerte depreciación de la moneda puede generar tensiones comerciales con otros países, lo que podría repercutir negativamente en la actividad económica.
La Política Monetaria del Banco de Japón
En su última reunión, celebrada a mediados de junio, el Consejo de Política del Banco de Japón decidió por unanimidad mantener los tipos de interés a corto plazo en un rango del 0% al 0,1%, sin cambios respecto de su anterior reunión. Esta decisión ha sido interpretada como un retraso en el esperado endurecimiento de la política monetaria del país nipón, lo que ha contribuido a la debilidad del yen.
Sin embargo, el Banco de Japón sí anunció que se prepara para reducir el importe de su programa de compra de bonos, algo que podría detallar en su próxima reunión de finales de julio. Esta medida podría ser un primer paso hacia una normalización de la política monetaria, si bien es probable que el Banco de Japón mantenga una postura más cautelosa que otros bancos centrales ante el riesgo de frenar la frágil recuperación económica del país.
La situación del yen y la respuesta del Gobierno y el Banco de Japón reflejan los desafíos a los que se enfrenta la economía nipona en un contexto de incertidumbre global. La evolución de la cotización del yen y la efectividad de las medidas adoptadas serán cruciales para determinar el impacto a corto y medio plazo en la economía japonesa.