Grupo Lufthansa ha implementado un nuevo recargo medioambiental que afectará a los billetes de avión con origen en los 27 países de la Unión Europea, así como en el Reino Unido, Noruega y Suiza. Este recargo, que puede ascender hasta los 72 euros, varía dependiendo de la ruta y la tarifa del vuelo.
Las razones detrás del recargo
Este recargo tiene como objetivo cubrir parte de los costes adicionales derivados de los requisitos medioambientales reglamentarios a los que se enfrenta el sector de la aviación. Entre estos costes se encuentran:
- La cuota de mezcla reglamentaria del 2% inicial para el combustible de aviación sostenible (SAF) que será obligatoria a partir del 1 de enero de 2025.
- Los ajustes al Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (EU ETS).
- Otros costes medioambientales reglamentarios, como el Sistema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA).
Un compromiso con la sostenibilidad
Lufthansa ha expresado su compromiso con la sostenibilidad y ha resaltado su inversión en nuevas tecnologías y en la búsqueda de innovaciones que permitan que el acto de volar sea cada vez más sostenible. Sin embargo, la aerolínea reconoce que no podrá afrontar de manera individual los crecientes costes adicionales derivados de los requisitos normativos en los años venideros.
Para cumplir con sus ambiciosos objetivos de protección del clima, el grupo se ha marcado la meta de lograr una huella de carbono neutra para el año 2050. En este sentido, para el año 2030 tiene previsto reducir a la mitad sus emisiones netas de CO2 en comparación con el año 2019, a través de medidas de reducción y compensación.
Las medidas para la protección del clima
Lufthansa se ha enfocado en diversas estrategias para garantizar una protección eficaz del clima. Entre estas estrategias destacan:
- La modernización acelerada de la flota de aviones.
- La optimización continua de las operaciones de vuelo.
- El fomento en el uso de combustibles de aviación sostenibles.
- Ofertas específicas dirigidas tanto a viajeros privados como a clientes corporativos, con el fin de incentivar prácticas de viaje más sostenibles.