El ministro Hereu defiende ordenar la oferta de pisos turísticos

La industria del turismo ha sido una piedra angular de la economía española durante décadas. Sin embargo, el auge de las viviendas turísticas ha generado una serie de desafíos que las autoridades buscan abordar de manera efectiva. En este contexto, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha defendido la necesidad de «poner orden en la oferta de pisos turísticos» como el primer paso para «gobernar los efectos negativos» que este fenómeno puede tener.

La ciudad de Barcelona, en particular, ha planteado una medida audaz: eliminar por completo las viviendas de uso vacacional de la ciudad condal para 2028. Esta propuesta, que primero deberá ser aprobada por el pleno del Consistorio, busca destinar el máximo de estos pisos al uso residencial y así incrementar el parque de vivienda de la ciudad. El objetivo es que «a partir de 2029 desaparezca la figura de piso turístico» tal y como se concibe actualmente, cesando por completo la actividad de uso turístico en pisos residenciales.

LA NECESIDAD DE REGULAR LAS VIVIENDAS TURÍSTICAS

El ministro Hereu ha señalado que el turismo es un fenómeno absolutamente positivo en España, pero que es necesario «poner orden en la oferta de pisos turísticos» para «gobernar los efectos negativos» que puede tener. Esto se alinea con la propuesta de Barcelona, que busca reducir drásticamente el número de pisos turísticos en la ciudad.

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Según datos del Ayuntamiento de Barcelona, la ciudad cuenta actualmente con 10.101 pisos turísticos, los cuales se quieren suprimir aprovechando el decreto de la Generalitat, que emplaza a los municipios a redactar en un plazo de 5 años desde diciembre de 2023 un plan urbanístico que fije cuántos pisos turísticos aceptan tener.

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, también se ha pronunciado sobre esta medida, indicando que es «bueno» actuar sobre la oferta de alquiler de vivienda para poner más inmuebles en el mercado. Esta visión sugiere que la regulación de las viviendas turísticas podría tener un impacto positivo en la disponibilidad de viviendas para residentes.

EL IMPACTO DE LA ELIMINACIÓN DE LAS VIVIENDAS TURÍSTICAS

La propuesta de Barcelona ha generado reacciones encontradas. Por un lado, el alcalde Jaume Collboni ha afirmado que el «gobierno ha decidido ir a fondo» y que el objetivo es que «a partir de 2029 desaparezca la figura de piso turístico» tal y como se concibe actualmente.

Por otro lado, la Associació d’Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur) ha rechazado la propuesta, argumentando que «condena al sector del turismo familiar a muerte». Según datos de la patronal, en la ciudad las viviendas turísticas representan el 40% del alojamiento turístico, y «con su desaparición se perderá la totalidad del turismo familiar», el cliente principal de este tipo de alojamiento.

Esta oposición pone de manifiesto la importancia del turismo familiar y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la regulación de las viviendas turísticas y la preservación de este segmento del mercado. Es crucial que las autoridades consideren cuidadosamente el impacto de sus medidas en el sector turístico y busquen soluciones que promuevan la sostenibilidad a largo plazo.

HACIA UN MODELO DE TURISMO MÁS SOSTENIBLE

La propuesta de Barcelona de eliminar las viviendas de uso vacacional de la ciudad se enmarca en un esfuerzo más amplio por lograr un modelo de turismo más sostenible. Al destinar el máximo de estos pisos al uso residencial, se busca incrementar la oferta de vivienda para los habitantes de la ciudad, abordando así uno de los principales desafíos que enfrentan muchas ciudades turísticas.

Además, el ministro Hereu ha respaldado estas iniciativas, afirmando que «apoyamos las iniciativas que nos dirigen hacia el modelo que queremos». Esta declaración sugiere que el gobierno central está comprometido con la regulación de las viviendas turísticas como parte de una estrategia más amplia para garantizar la sostenibilidad del sector.

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Sin embargo, es importante reconocer que la eliminación de las viviendas turísticas también tendrá un impacto en el turismo familiar, que representa una parte importante de la industria. Por lo tanto, las autoridades deberán encontrar un equilibrio entre la regulación y la preservación de este segmento del mercado, a fin de promover un turismo más sostenible a largo plazo.

En conclusión, la propuesta de Barcelona de eliminar las viviendas de uso vacacional de la ciudad condal para 2028 es un paso audaz y necesario hacia la regulación de las viviendas turísticas en España. Si bien esta medida genera preocupaciones por su impacto en el turismo familiar, es un esfuerzo por lograr un modelo de turismo más sostenible que beneficie a los residentes y a la industria en su conjunto.

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