El lince ibérico, símbolo de la fauna ibérica y que ha luchado contra la extinción, ha sido reclasificado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como «vulnerable». Este cambio, aunque positivo, no significa que la especie esté fuera de peligro, sino que refleja un avance significativo en los esfuerzos de conservación realizados en las últimas décadas.
Este animal ha dejado de ser una especie en peligro de extinción y ahora se considera vulnerable, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Este cambio de estatus es el resultado de los esfuerzos de conservación que se han llevado a cabo durante las últimas décadas.
La población de linces ha aumentado exponencialmente desde 2001, pasando de 62 individuos maduros a 648 en 2022. En la actualidad, se estima que la población total, incluyendo jóvenes y adultos, supera los 2.000 ejemplares.
Claves del éxito de la recuperación del lince ibérico
La recuperación del lince ibérico se debe a una serie de factores cruciales:
- Aumento de la abundancia de su presa: El conejo europeo, en peligro de extinción, es la principal fuente de alimento del lince ibérico. La protección y la restauración de su hábitat, así como la gestión de la enfermedad que afecta a la especie, han sido fundamentales para la recuperación de la población de conejos.
- Protección y restauración del hábitat: El lince ibérico necesita un hábitat adecuado para sobrevivir y reproducirse. La restauración de los bosques y matorrales mediterráneos ha sido crucial para la expansión de la especie.
- Reducción de las muertes causadas por la actividad humana: La caza furtiva y los atropellos siguen siendo amenazas para el lince. La creación de pasos de fauna en las carreteras y la concienciación de la población sobre la importancia de la conservación del lince han contribuido a reducir estas amenazas.
- Ampliación de la diversidad genética: La translocación de individuos y el programa de reproducción ‘ex situ’ han contribuido a aumentar la diversidad genética de la especie.
- Colaboración entre organismos públicos, científicos, ONG, empresas privadas y la sociedad: La colaboración entre todos los actores involucrados ha sido esencial para el éxito de los esfuerzos de conservación.
Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en Portugal y España, y la especie ocupa actualmente un área de al menos 3.320 kilómetros cuadrados.
El lince ibérico: todavía vulnerable
A pesar de los avances en la recuperación, el lince ibérico todavía se considera vulnerable.
Las posibles fluctuaciones en la población de conejos europeos, debido a nuevos brotes de la enfermedad, son una amenaza importante para la especie. Además, el lince es susceptible a las enfermedades de los gatos domésticos.
La caza furtiva y los atropellos siguen siendo un problema, especialmente en zonas con carreteras con mucho tráfico.
Las alteraciones del hábitat, provocadas por el cambio climático, son una amenaza creciente.
Es necesario continuar con los esfuerzos de conservación para garantizar la recuperación total de la especie.
Según la UICN, el lince ibérico está prácticamente agotado en su primera evaluación del Estado Verde de las Especies. Sin embargo, el impacto de los esfuerzos de conservación hasta la fecha es notable, y queda suficiente hábitat adecuado para que la especie pueda alcanzar el estado de recuperación total en 100 años, siempre y cuando se continúen con los esfuerzos de conservación con la máxima eficacia.
La recuperación del lince ibérico es un ejemplo de éxito de la conservación de la naturaleza. La colaboración entre diferentes sectores y la dedicación de las personas que trabajan por la conservación han permitido que esta especie pase de estar al borde de la extinción a ser una esperanza para el futuro de la biodiversidad española.