La ocupación de edificios universitarios por parte de estudiantes pro-palestinos ha sido una estrategia cada vez más utilizada en los últimos años para visibilizar su causa y presionar a las autoridades académicas. En esta ocasión, un grupo de estudiantes de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha entrado en la Casa da Balconada, que alberga varios servicios administrativos de la universidad, con el objetivo de denunciar lo que consideran una «vergonzosa colaboración de la universidad con el genocidio perpetrado por Israel».
La acción de los estudiantes ha impedido que el gerente de la USC, Javier Ferreira, pudiese acceder a su despacho. Además, han colocado un puesto de comida gratuita y han repartido folletos sobre sus demandas a la universidad. Esta «jornada de puertas abiertas» busca mantener la presión sobre la USC después de que la ocupación de la rectoría la semana pasada no haya obtenido respuesta de los «órganos democráticos» de la institución.
REIVINDICACIONES DE LOS ESTUDIANTES PRO-PALESTINA
Los estudiantes pro-palestina han dejado claro que su objetivo principal es «detener la vergonzosa colaboración de la universidad con el genocidio perpetrado por Israel». Esta es una acusación grave que sin duda generará reacciones y debates en la comunidad universitaria.
Es importante entender que, detrás de estas ocupaciones, hay una profunda preocupación por la situación en Palestina y un deseo de utilizar los espacios universitarios como plataformas de visibilidad y protesta. Los estudiantes consideran que la USC no ha hecho lo suficiente para abordar esta problemática y quieren forzar a la institución a tomar una posición más clara y contundente.
Más allá de las reivindicaciones específicas, estas acciones también reflejan una tendencia cada vez más extendida entre los jóvenes activistas de utilizar los espacios universitarios como escenarios de protesta política. Las universidades, con su carácter de instituciones públicas y su papel en la formación de futuros líderes, se han convertido en un campo de batalla para diversas causas sociales y políticas.
RESPUESTA DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Ante la ocupación de la Casa da Balconada, la USC ha optado por cerrar al público los edificios de San Xerome y la Casa da Balconada «con el objetivo de garantizar el funcionamiento ordinario de los servicios administrativos». Además, ha comunicado que solo se permitirá el acceso a trabajadores con su tarjeta de identificación universitaria.
Esta medida, si bien puede ser entendida como una forma de proteger el normal desarrollo de las actividades académicas, también puede interpretarse como una respuesta tímida ante la acción de los estudiantes. La USC no ha hecho declaraciones públicas sobre las demandas de los manifestantes ni ha anunciado un diálogo abierto para intentar resolver el conflicto.
La gestión de este tipo de situaciones por parte de las autoridades universitarias es crucial, ya que deben encontrar un equilibrio entre respetar el derecho a la protesta y garantizar el funcionamiento de la institución. Una respuesta demasiado dura podría generar aún más rechazo y confrontación, mientras que una actitud pasiva podría ser vista como una falta de liderazgo y compromiso por parte de la USC.
IMPORTANCIA DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA
En un momento en el que las universidades están llamadas a desempeñar un papel cada vez más relevante en la solución de problemas globales, casos como este ponen de manifiesto la necesidad de una mayor implicación de las instituciones académicas en cuestiones sociales y políticas.
Las universidades no pueden mantenerse ajenas a los grandes debates y conflictos que sacuden a la sociedad. Por el contrario, deben asumir un compromiso firme con la justicia social, los derechos humanos y la construcción de un mundo más equitativo e inclusivo.
Esto implica no solo escuchar y dialogar con los miembros de la comunidad universitaria, sino también desarrollar políticas y programas concretos que aborden de manera integral los desafíos globales, como el conflicto israelí-palestino. Solo así podrán las universidades cumplir con su función de liderazgo intelectual y moral en la sociedad.
En definitiva, el caso de la ocupación de la Casa da Balconada en la USC es un reflejo de las crecientes demandas de los jóvenes por una mayor implicación de las instituciones académicas en temas sociales y políticos. La respuesta de la universidad será clave para determinar si esta puede convertirse en un espacio de diálogo, debate y transformación social, o si seguirá siendo percibida como una torre de marfil alejada de las preocupaciones de la ciudadanía.