El PP avisa de que no apoyará la Ley de Paridad si no se retiran 2 enmiendas

La promulgación de la Ley de Paridad ha generado un intenso debate en el Senado español. Los diversos grupos parlamentarios han expresado sus posturas, exponiendo sus preocupaciones y posicionamientos respecto a esta iniciativa legal. Es un tema de gran relevancia que aborda cuestiones fundamentales sobre la igualdad de género y el papel de las instituciones democráticas.

La Posición del Partido Popular (PP)

El Partido Popular (PP) ha manifestado su rechazo a la Ley de Paridad, a menos que el Gobierno retire dos enmiendas específicas: la 76 y la 96. Según la senadora Raquel González Benito, estas enmiendas «atacan a las instituciones» y, por lo tanto, el PP no brindará su apoyo al proyecto de ley en su forma actual. El PP considera que el Gobierno está utilizando esta ley para introducir temas ajenos a su objetivo, lo cual consideran inaceptable.

El PP argumenta que, si bien reconocen la necesidad de la Ley de Paridad, se oponen al uso de esta legislación para «atacar a las instituciones democráticas de España». La senadora Nidia María Arévalo Gómez ha destacado que los ‘populares’ no discuten la necesidad de la ley, sino más bien la forma en que el Gobierno la está utilizando para introducir otras materias que, en su opinión, no están relacionadas con el objetivo de la ley.

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La Posición de los Partidos de Izquierda y Nacionalistas

Por otro lado, partidos como el PSOE, Más Madrid, Geroa Bai, EAJ-PNV y Junts se han manifestado a favor del proyecto de ley y han criticado la posición del PP. Consideran que el Partido Popular está denunciando que el Gobierno esté introduciendo enmiendas «con calzador» en leyes, cuando ellos mismos han utilizado esta misma táctica en el pasado cuando estaban en el Gobierno.

La senadora del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal, Carla Delgado Gómez, ha recriminado a los ‘populares’ que lo «único» que les importe sea vetar «a todos y cada uno de los avances que hace el Gobierno». Califica de «increíble» que el PP, «el partido que nunca acude ni ha acudido al 8 de marzo, y que ha recurrido en el Tribunal Constitucional todas las leyes de igualdad hacia las mujeres», ahora haga «uso de ellas para sustentar» su moción.

Por su parte, la senadora socialista María Fernández Álvarez ha manifestado en su enmienda que el proyecto de Ley de Paridad expresa «el firme compromiso del Gobierno con la igualdad real de oportunidades«. Además, ha afeado a los ‘populares’ que, a diferencia del Ejecutivo, no hayan sido «respetuosos con las instituciones democráticas» y les ha acusado de «utilizar a las mujeres como moneda de cambio» en los gobiernos que comparten con Vox.

El Debate Sobre la Utilización de las Instituciones

Un aspecto central de este debate gira en torno a la forma en que los diferentes partidos políticos han utilizado las instituciones, específicamente el Senado, para promover sus agendas. Tanto el PP como los partidos de izquierda y nacionalistas se han acusado mutuamente de utilizar tácticas cuestionables para avanzar sus intereses.

La senadora de EAJ-PNV, María Dolores Etxano Varela, ha señalado que las enmiendas incluidas en el proyecto de ley no parecen «la mejor opción de legislar», pero ha pedido «coherencia» a los ‘populares’, recordándoles que esta forma de tramitación la han utilizado indistintamente los gobiernos de turno a través de sus grupos parlamentarios, independientemente del partido en el poder.

Asimismo, la senadora de Geroa Bai, Miren Uxue Barcos Berruezo, ha calificado el texto presentado por el PP como una «moción boomerang», criticando que el Partido Popular denuncia la utilización «partidaria» que, a su parecer, hacen los partidos del Gobierno con las políticas de igualdad, mientras que ellos mismos buscan «mantener el veto del Senado (…) utilizando políticas de igualdad».

En resumen, el debate sobre la Ley de Paridad ha trascendido el tema de la igualdad de género y se ha convertido en una discusión más amplia sobre el uso de las instituciones democráticas por parte de los diferentes grupos políticos. Cada uno defiende su posición, acusando al otro de prácticas cuestionables, lo que refleja la polarización política que existe en torno a este tema.

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