La concentración del sector bancario y los despidos que pueden traer consigo las reestructuraciones empresariales son una gran preocupación para los sindicatos. El sindicato CIG ha manifestado su rechazo a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell, al considerar que esto profundizará en la concentración del sector y supondrá una pérdida de empleos y una precarización laboral.
En una reunión celebrada en Santiago de Compostela, el sindicato nacionalista ha trasladado su posición contraria a esta operación, advirtiendo que conllevará la «destrucción de miles de puestos de trabajo» y el «cierre de oficinas bancarias«, lo que aumentará aún más las dificultades de los clientes a la hora de acceder a los servicios bancarios.
La «Presión» sobre los Trabajadores y los «Obscenos Beneficios»
Según la CIG, en ambas entidades bancarias ya se está produciendo un «aumento de la presión sobre el personal» y una «sobrecarga de trabajo«. De hecho, en el caso del BBVA, se han elevado los objetivos para el segundo cuatrimestre del año, justo en época previa a las vacaciones, con la intención de que «el trabajo de cuatro meses se haga en tres«.
La CIG denuncia que con esta medida, el banco pretende «presumir de sus resultados para convencer a la Junta de Accionistas de su buena gestión y de la conveniencia de la OPA para aumentar aún más los obscenos beneficios«.
Asimismo, ha apuntado el sindicato, la dirección del banco ha dado instrucciones a los trabajadores para que contacten con los accionistas con el fin de que deleguen su voto en el Consejo de Administración, de cara a la junta extraordinaria de ampliación de capital prevista para el 5 de julio. La CIG ha anunciado que acudirá a esa junta con la delegación de voto de los trabajadores para mostrar su posición contraria a la OPA.
La Situación en el Banco Sabadell
En el caso del Banco Sabadell, la situación es semejante, con una «desmesurada presión para la venta de productos financieros y consecución de objetivos», unas presiones que, según la CIG, «ahondan en la precariedad laboral» de la plantilla.
Además, la CIG ha señalado que la paralización en la mesa negociadora del convenio colectivo «obedece a oscuros intereses para no establecer una subida salarial que pueda influir en las futuras negociaciones de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) si la OPA sale adelante».
En definitiva, el sindicato nacionalista mantiene su rechazo a una posible nueva reestructuración del sector bancario, ya que consideran que supondrá graves consecuencias para el empleo y el acceso a los servicios bancarios por parte de los clientes. Por ello, la CIG se ha movilizado para hacer oír su voz y mostrar su oposición a esta OPA del BBVA sobre el Sabadell.