La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha identificado una nueva y creciente realidad en el ámbito de la atención oncológica: el aumento significativo del número de largos supervivientes de cáncer en España. Actualmente, se estima que esta población alcanza los dos millones de personas, una cifra que seguirá en aumento debido a los avances médicos en el diagnóstico precoz y los nuevos tratamientos que han mejorado notablemente las tasas de supervivencia.
Esta realidad plantea importantes desafíos en la forma de abordar la atención a estos pacientes, más allá de las secuelas físicas. SEOM ha tomado la iniciativa de preparar un documento de consenso que busca mejorar la asistencia de los largos supervivientes a lo largo de su vida, reconociendo y atendiendo sus diversas necesidades.
Una Nueva Definición de «Largo Superviviente»
Una de las primeras acciones emprendidas por SEOM ha sido redefimir el concepto de «largo superviviente». Tradicionalmente, este término se aplicaba únicamente a aquellas personas que se encontraban en remisión completa de la enfermedad por más de cinco años. Sin embargo, en línea con las tendencias observadas en Europa y Estados Unidos, SEOM ha adoptado una definición más amplia: «Se considera largo superviviente a una persona desde el momento en que se diagnostica el cáncer hasta el final de la vida«.
Esta nueva delimitación reconoce que el cáncer se está convirtiendo cada vez más en una enfermedad crónica, lo que implica que las necesidades de los pacientes pueden variar significativamente a lo largo de diferentes etapas de la supervivencia. SEOM ha identificado cuatro fases principales en este proceso: la fase aguda del diagnóstico y tratamiento, la fase de transición con la enfermedad controlada, la fase extendida con o sin tratamiento, y la fase permanente sin evidencia de enfermedad.
Atender las Diversas Necesidades de los Largos Supervivientes
El documento de consenso elaborado por SEOM también aborda en detalle las diferentes necesidades que deben ser atendidas en esta población de largos supervivientes. Estas necesidades se agrupan en cinco categorías:
- Necesidades Físicas: Como el dolor, la fatiga, el insomnio y la falta de concentración, que pueden persistir incluso después del tratamiento.
- Necesidades Psicológicas: Dado que aproximadamente el 20% de los pacientes que han sufrido cáncer presentan depresión o ansiedad.
- Necesidades Sociales: Que incluyen la reinserción laboral y el aislamiento social.
- Detección de Recaídas o Segundos Tumores: Debido al mayor riesgo de estos eventos en los largos supervivientes.
- Prevención y Seguimiento Específico: Debido al mayor riesgo cardiovascular y metabólico que presentan estos pacientes.
SEOM ha reconocido que hasta ahora el sistema sanitario español se ha enfocado principalmente en el ámbito físico y la detección de recaídas, dejando de lado muchas de estas otras necesidades importantes. Por ello, el documento de consenso propone un abordaje más integral y multidisciplinar, que involucre a la Atención Primaria y la Atención Especializada de manera coordinada.
La Importancia de la Coordinación y la Comunicación
Un elemento clave en este nuevo modelo de atención a los largos supervivientes es la coordinación y comunicación entre los diferentes profesionales sanitarios involucrados. Los expertos consultados han destacado la necesidad de estrechar los vínculos entre los médicos de Atención Primaria y los oncólogos, ya que ambos desempeñan un papel fundamental en el seguimiento y la atención de estos pacientes.
Asimismo, se ha señalado la conveniencia de crear la figura del oncólogo de enlace, responsable de coordinar y organizar este modelo de gestión compartida entre la Atención Primaria y la Especializada. Esto permitiría una transición más fluida entre las diferentes fases de la enfermedad y una mejor integración de las diversas necesidades de los largos supervivientes.
En conclusión, el abordaje propuesto por SEOM representa un importante avance en la forma de atender a los largos supervivientes de cáncer en España. Al reconocer la complejidad y diversidad de sus necesidades, y al promover un modelo de atención más integral y coordinado, se busca mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar de esta población en constante crecimiento.