Papa Francisco: «La arrogancia de los poderosos, reflejada en la violencia de las guerras»

La pobreza es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, el Papa Francisco ha señalado que los pobres tienen mucho que enseñarnos a aquellos que hemos puesto la riqueza en primer lugar. En su mensaje para la VIII Jornada Mundial de los Pobres, el Sumo Pontífice subraya la importancia de escuchar la oración de los pobres y de llevar a cabo iniciativas concretas que les ayuden.

La Arrogancia de los Poderosos

El Papa Francisco ha denunciado la «arrogancia de quienes se consideran poderosos» como una de las principales causas de la violencia generada por las guerras. Según el Pontífice, esta arrogancia ha llevado a muchos líderes mundiales a adoptar «políticas equivocadas relacionadas con las armas», lo que ha provocado la muerte de víctimas inocentes. El Sumo Pontífice advierte que la felicidad no se puede obtener «pisoteando los derechos y la dignidad de los demás».

Los Pobres como Maestros

Para el Papa Francisco, los pobres tienen mucho que enseñarnos a aquellos que hemos puesto la riqueza en primer lugar. Según el Pontífice, los pobres «reman contracorriente, poniendo de manifiesto que lo esencial en la vida es otra cosa». Esta enseñanza de los pobres es fundamental en un mundo que ha sacrificado la dignidad de las personas sobre el altar de los bienes materiales.

Publicidad

Un Llamado a la Acción

El Papa Francisco considera que la Jornada Mundial de los Pobres es una «ocasión propicia» para llevar a cabo iniciativas concretas que ayuden a los más necesitados. El Sumo Pontífice hace un llamado a todos los creyentes a escuchar la oración de los pobres y a reconocer y apoyar a los voluntarios que se dedican con pasión a los más necesitados, tanto religiosos como laicos. Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumento de Dios para la liberación y promoción de los pobres, permitiéndoles ser plenamente parte de la sociedad.

En resumen, el mensaje del Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre la importancia de los pobres como maestros y a actuar de manera concreta para ayudarles y promover su dignidad. Sólo así podremos construir un mundo más justo y solidario, alejado de la arrogancia y la violencia.

Publicidad