El Índice de Precios de Consumo (IPC) experimentó un ascenso del 0,3% en mayo con respecto al mes anterior, situando su tasa interanual en el 3,6%, según datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa el nivel más alto desde abril de 2023 y se debe, principalmente, al encarecimiento de la electricidad tras el aumento del IVA y a la moderación en la bajada de los precios de los carburantes en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El encarecimiento de la vivienda y el transporte impulsan la inflación en mayo
El grupo de vivienda registró un incremento interanual del 5,2%, impulsado por el alza en el precio de la electricidad, que contrastó con la bajada experimentada en mayo de 2023. Por su parte, el grupo de transporte elevó su tasa interanual nueve décimas, hasta el 3,8%, debido al mayor coste de las gasolinas.
En contraste, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas moderó su crecimiento interanual hasta el 4,4%, tres décimas menos que en abril. Esta ralentización se explica, en gran medida, por el menor incremento de los precios de las frutas y la carne en comparación con mayo del año pasado, así como por la disminución de los precios de los aceites y grasas, que habían experimentado una subida en el mismo mes de 2023.
La inflación subyacente se incrementa una décima, rompiendo la tendencia a la baja
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, aumentó una décima en mayo, situándose en el 3%. Este dato supone una ruptura con la tendencia a la baja que se venía observando desde agosto de 2023 y se atribuye, principalmente, al aumento de los precios de los servicios vinculados al turismo, como los paquetes turísticos, el transporte aéreo de pasajeros y los servicios de alojamiento.
A pesar del repunte del IPC en mayo, diversos expertos señalan que la inflación continúa reflejando la capacidad de la economía española para compatibilizar el crecimiento económico con una moderación de los precios. Sin embargo, factores como la volatilidad de los precios de la energía y las tensiones en las cadenas de suministro globales siguen representando riesgos para la evolución de la inflación en los próximos meses.
En términos interanuales, el aceite de oliva se posicionó como el producto que más incrementó su precio, con un alza del 62,8%, acumulando un aumento del 198,5% desde enero de 2021. Otros productos que experimentaron subidas significativas fueron el transporte marítimo de pasajeros (+22,2%), los paquetes turísticos nacionales (+17,7%) y los zumos de frutas y vegetales (+15,9%).
Por otro lado, los productos que más se abarataron en mayo con respecto al mismo mes de 2023 fueron los aceites distintos al de oliva (-17,8%), los equipos de telefonía móvil (-11,3%), los vuelos internacionales (-7,5%), el gas natural (-6,1%) y los ordenadores personales (-6%).
En resumen, el IPC en España experimentó un repunte en mayo debido al encarecimiento de la energía y la moderación en la bajada de los carburantes. Si bien la inflación subyacente también mostró un ligero incremento, la economía española continúa mostrando signos de fortaleza y capacidad para controlar las presiones inflacionistas. No obstante, la incertidumbre en el contexto internacional y la volatilidad de ciertos mercados exigen mantener una actitud vigilante ante la evolución de los precios en los próximos meses.