Es una situación común: justo cuando estás por relajarte, el teléfono suena, interrumpiendo ese momento de tranquilidad: son las llamadas de spam. A menudo, se trata de una llamada no deseada, y a pesar de las medidas implementadas por la Ley General de Telecomunicaciones para abordar el problema del spam, este persiste. Entonces, ¿cómo deberíamos responder a estas llamadas no deseadas? Decir simplemente «¿Sí?» puede ser arriesgado en términos de seguridad, lo que me llevó a optar por el clásico «¿Diga?». Sin embargo, hay una frase aún más efectiva para poner fin a estas llamadas no deseadas de una vez por todas.
1El truco para dejar de recibir llamadas de Spam
Resulta bastante llamativo (y tal vez no tanto) que, tras la entrada en vigor de la nueva ley, reciba más llamadas comerciales de las que solía recibir. Estas llamadas suelen provenir de empresas de telecomunicaciones y suministro eléctrico, incluso sin haber otorgado mi consentimiento explícito para que mantuvieran contacto conmigo. Aquí es donde radica la clave para responder de la mejor manera a estas comunicaciones no deseadas: preguntar a los teleoperadores de dónde obtuvieron mis datos suele ser efectivo, una estrategia que he comprobado personalmente.
La legislación de protección de datos establece reglas estrictas sobre cómo las empresas pueden utilizar la información que tienen sobre nosotros y cómo la comparten con terceros. Aunque muchos contratos contienen cláusulas en las que aceptamos ceder cierta información y su tratamiento, esto no significa que las empresas tengan carta blanca para contactarnos sin restricciones. Además, las empresas de marketing tienen prohibido contactar a posibles clientes de manera indiscriminada y sin su consentimiento previo.
Veamos cómo afrontarlo.
