Movilidad sostenible: la revolución de las flotas empresariales

«El futuro es eléctrico». Esta frase resume la tendencia que está marcando el camino hacia una nueva era en la movilidad: la de la sostenibilidad. Y es que, en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental, las empresas están llamadas a liderar un cambio que ya no es opcional. Es una necesidad. Y, además, urgente. La buena noticia es que esta transformación no solo beneficia al planeta, sino que también tiene un impacto positivo en la rentabilidad y la imagen corporativa de las organizaciones. Así, la gran pregunta que surge es: ¿están las empresas españolas listas para abrazar la movilidad sostenible?

No hay ninguna duda de que la creciente conciencia ambiental y la búsqueda de un futuro más verde han impulsado a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a explorar alternativas más respetuosas con el medio ambiente. En este contexto, la transición hacia los vehículos eléctricos es una solución cada vez más atractiva para las flotas empresariales.

La reducción de emisiones y la huella de carbono es, sin duda, uno de los principales motores detrás de esta evolución. Pero, además, hay otros factores importantes. Por un lado, el plano normativo en el que cada vez más ciudades están limitando el acceso de vehículos de combustión a sus centros urbanos. Además, los avances en la infraestructura de carga eléctrica y la mejora de la autonomía de los vehículos eléctricos han allanado el camino para que las organizaciones consideren seriamente esta opción.

¿Renting o compra de vehículos eléctricos?

A la hora de hacerse con una flota de vehículos eléctricos, las empresas se enfrentan a una decisión clave: ¿renting o compra? Si bien es cierto que las dos opciones tienen sus ventajas e inconvenientes, la del renting está ganando terreno gracias a las múltiples ventajas que ofrece a las organizaciones.

En primer lugar, proporciona costes predecibles y controlados, eliminando la incertidumbre que siempre está asociada a la compra tradicional. Además, las empresas pueden mantener su flota siempre actualizada con los últimos modelos, sin incurrir en una gran inversión inicial.

Además de todo esto, el renting de vehículos eléctricos también ofrece comodidad y tranquilidad al incluir servicios adicionales como el mantenimiento, la reparación y, en algunos casos, la gestión de la carga. Esto significa que las compañías pueden centrarse en su negocio principal mientras disfrutan de una flota eficiente y moderna.

A ello hay que sumar beneficios desde el punto de vista de la imagen y la responsabilidad social corporativa al proyectar una visión innovadora y comprometida con la sostenibilidad por parte de la empresa que se beneficia del renting de vehículos eléctricos.

Según explican desde la empresa de renting de vehículos eléctricos Mobility Service, “una compañía que apuesta por una flota de vehículos eléctricos no solo es capaz de reducir sus emisiones de carbono, sino que también tienen la posibilidad de mejorar su eficiencia operativa gracias a la optimización de rutas y la reducción de costes de combustible”.

Ventajas y desventajas del renting y de la compra de vehículos

A la hora de tomar la mejor decisión para responder a la pregunta de si es mejor la compra del vehículo eléctrico o la del renting, es crucial comprender las ventajas y desventajas de ambas opciones.

La compra tradicional ofrece seguridad en cuanto a la propiedad del vehículo y la posibilidad de personalizarlo al 100% sin tener que dar explicaciones. Sin embargo, implica una inversión inicial significativa y la necesidad de gestionar todo lo relacionado con los trámites y el mantenimiento.

Por su lado, como hemos visto más arriba, el renting proporciona flexibilidad y la tranquilidad de tener los costes controlados. Sin embargo, esta opción puede limitar la personalización y requerir compromisos a largo plazo.

No hay que olvidar que desde una perspectiva medioambiental, el renting también tiene ventajas. Al trabajar con empresas especializadas, las organizaciones pueden beneficiarse de su experiencia en la gestión sostenible de flotas, lo que incluye la optimización de rutas, la elección de vehículos eficientes y la implementación de prácticas respetuosas con el medio ambiente. Además, las empresas de renting suelen ofrecer opciones de vehículos eléctricos e híbridos, lo que facilita la transición hacia una flota más ecológica.

Por todo ello y antes de tomar la decisión final, los responsables empresariales deben analizar las ventajas y desventajas, al tiempo que detallan cuáles son las necesidades de su propia empresa en términos de movilidad.

La naturaleza del negocio, el número de unidades necesarias, la frecuencia de uso de los vehículos y los requisitos de personalización de la flota juegan un papel relevante en la decisión final.

“El futuro es eléctrico”. Esta misma frase con la que empieza este artículo sirve para concluirlo, ya que resume a la perfección la tendencia que está marcando el camino hacia una nueva era en la movilidad. Las empresas que se adapten más rápido son las que liderarán este camino fortaleciendo, al mismo tiempo, su competitividad.