El declive de José María Cano: De éxito con Mecano a artista plástico y recluso mediático

La vida de José María Cano es sin dudas una montaña Rusa de emociones, en donde pasó de estar en la tapa de todos los diarios españoles a desaparecer por completo del mapa en varias oportunidades. La década del ochenta lo lanzó a la fama gracias al grupo de pop Mecano, del cual formó parte pero del cual se fue alejando para darle paso a su otra gran pasión: El arte.

Pero antes de abordar esa faceta de Cano, vale aclarar su entorno familiar. El mismo jugó un rol importante a la hora de su formación, ya que su padre Diego Cano Hurtado tenía una guitarra que tocaba en tus tiempos de ocio. Sin embargo, estaba en contra de que cualquiera de sus hijos se dedique de lleno a la música, algo que pareció incentivarlos en una especie de desafío.

Mecano, él escaló a la fama de José María Cano

Mecano, El Escaló A La Fama De José María Cano

Si bien a fines de la década del setenta comenzó a estudiar arquitectura en Valencia, finalmente abandonó la carrera para regresar a Madrid para ayudar a su padre, quien tenía problemas económicos. Trabajó durante un tiempo en una fábrica textil llevando el dinero a su casa, y una vez culminado en 1979 esta problemática volvió a tomar su camino. Junto a Ana Torroja, exnovia devenida en amiga, se metió de lleno en la música.

Mientras ella hacía los coros, José María Cano tocaba la guitarra y le daba voz a un grupo que todavía no tenía nombre. Finalmente, en 1980 se forma el grupo Mecano junto a su mencionado amiga y hermano Nacho Mecano, el cual fue un éxito en toda esa década y mediado de los noventa. Incluso, la canción Hijo de la luna se convirtió en el tema en lengua hispanohablante con más versiones en otros idiomas de toda la historia, algo difícil de repetir.

El declive de José María Cano y sus problemas con la justicia

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Mecano se disuelve por algunos años y José María decide mudarse a Londres, en donde incursionó en el mundo de la ópera. Apadrinado por el gran Plácido Domingo, consigue hacer un trabajo más que aceptable llamado La ópera Luna, mientras que en 1997 se radica en New York para seguir creciendo en esa rama. En el medio nace su hijo Daniel (1995), cambiándole aún más la vida.

A finales del siglo XX Mecano vuelve al ruedo, haciendo luego una gira por Europa que finalizó en 2001. Tras ser parte del himno del Real Madrid, decide dar otro giro en su vida para dedicarse a la pintura, cambiando su nombre artístico a Cano de Andrés. Si bien sus ventas fueron buenas, siempre tocó temas polémicos en ellos que lo dejaron en el centro de la escena. Radicado en Londres, ganó de nuevo popularidad en 2017 cuando se vio envuelto en el caso Paradise Papers, por presunto lavado de dinero.