El Banco de Inglaterra asegura que «las cosas van en la dirección correcta»

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones en el 5,25%, el nivel más alto desde 2008 y sin cambios por quinta reunión consecutiva, aunque ha alentado las expectativas de un futuro cambio de postura al asegurar que las cosas están evolucionando «en la dirección correcta».

La decisión de mantener estable el precio del dinero contó con ocho votos a favor, mientras que un miembro del Comité votó a favor de bajar la tasa un cuarto de punto, hasta el 5%.

Se trata de la primera vez en el actual ciclo de subidas en la que ninguno de los nueve miembros del Comité del Banco de Inglaterra expresa una opinión favorable a subir los tipos, en contraste con la reunión del pasado mes de febrero, cuando dos consejeros votaron a favor de elevar la tasa al 5,50%.

Tras conocerse la decisión de la entidad, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha destacado que en las últimas semanas se han visto «más señales alentadoras» de que la inflación está bajando.

A pesar de estas señales, el banquero central británico ha defendido la decisión de mantener de nuevo los tipos en el 5,25% porque la entidad necesita estar segura de que la inflación «volverá al objetivo del 2% y se mantendrá allí».

«Todavía no hemos llegado al punto en el que podamos reducir las tasas de interés, pero las cosas van en la dirección correcta», ha apuntado.

Esta semana se conocía que la tasa de inflación interanual del Reino Unido, una de las grandes economías avanzadas que más se ha demorado en domar las subidas de precios, se moderó en febrero al 3,4%, seis décimas por debajo de la subida de los precios en enero y la menor lectura del índice desde septiembre de 2021.

En este sentido, la institución monetaria ha destacado que la tasa de inflación «ha seguido cayendo de manera relativamente pronunciada», en parte debido a los efectos de base y los efectos externos de los precios de la energía y los bienes.

De cara al futuro, la entidad prevé que la inflación caiga ligeramente por debajo del objetivo del 2% en el segundo trimestre de 2024, una lectura ligeramente más débil de lo esperado anteriormente debido a la congelación de los impuestos sobre el combustible anunciada por el Gobierno, mientras que espera que la inflación de los servicios retroceda gradualmente.

De tal manera, considera que la posición restrictiva de la política monetaria «está pesando sobre la actividad de la economía real», dando lugar a un mercado laboral más flexible y está ejerciendo presión sobre la inflación, aunque los indicadores clave de persistencia de las subidas de precios siguen siendo elevados.

«La política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de manera sostenible en el medio plazo, en consonancia con el mandato del Comité», ha advertido, añadiendo que sigue preparado para ajustar la política monetaria según lo justifiquen los datos económicos.