Así operan los ciberdelincuentes desde las cárceles

La globalización y digitalización ha llevado a que el número de ciberataques contra organizaciones, empresas y particulares haya aumentado de forma espectacular durante los últimos años. Incluso muchos de estos ataques los realizan ciberdelincuentes desde las cárceles, debido a que tienen acceso a dispositivos electrónicos y conexión a internet en los propios centros penitenciarios.

Por qué se producen ciberataques desde las cárceles

En un principio, puede parecer sorprendente que los reclusos realicen ciberataques desde los propios centros penitenciarios, donde se supone que están controlados y no tienen los recursos necesarios para ello.

Sin embargo, con el paso del tiempo, las cárceles han ido integrando distintos avances tecnológicos, con el fin de proporcionar a los presos mejores opciones de comunicación con familiares y amigos, acceso a distintas opciones de ocio y posibilidad de estudiar y formarse.

Esta “apertura” a la tecnología trae consigo ciertos riesgos, y el más evidente es la posibilidad de que algunos reclusos utilicen el acceso a internet y a dispositivos electrónicos para realizar actos delictivos. A pesar de que los centros penitenciarios implementan medidas para limitar y controlar el acceso a la tecnología, el contrabando de dispositivos electrónicos es una realidad que consigue burlar estas actuaciones.

Qué tipos de ciberataques y operaciones ilícitas se realizan desde la cárcel

Existen muchos Tipos de cibercrimen que se realizan desde los centros penitenciarios, y los más habituales son los siguientes:

Fraudes y estafas

Una de las formas de utilizar las redes para fines delictivos más utilizadas desde la cárcel es para realizar estafas. Los ciberdelincuentes llevan actividades ilícitas como ataques phishing que buscan suplantar la identidad de las víctimas para acceder a sus credenciales bancarias o de pago.

Coordinar operaciones criminales

Uno de los usos delictivos que más preocupa desde las cárceles, es el uso de dispositivos móviles para coordinar operaciones criminales. Muchos delincuentes que se encuentran cumpliendo condena pueden seguir dirigiendo su organización criminal desde la cárcel gracias a estos dispositivos y todas las posibilidades de comunicación que proporcionan.

Ciberataques internos

Las propias cárceles cuentan con sistemas informáticos para su gestión y funcionamiento que son objeto de muchos de los ciberataques, comprometiendo su seguridad y los datos de los empleados de prisiones, o accediendo a los sistemas de videovigilancia, apertura de puertas, etc.

Uso de drones

Otro de los puntos controvertidos en relación con las cárceles y la tecnología, es el uso de drones como elementos para introducir o sacar objetos del recinto. 

Los ciberdelincuentes llegan a utilizar estos drones como herramientas para burlar las medidas de seguridad de las cárceles (por ejemplo, creando una red wifi a la que conectarse para tener comunicación con el exterior que no pueda ser controlada).

Los ciberdelincuentes operan desde las cárceles para perpetrar ciberataques, lo que añade un nivel más de exigencia a los centros penitenciarios, que ahora deben implementar medidas para eliminar estas amenazas cibernéticas, además de invertir en formación de su personal en esta materia.

Contar con una solución moderna y eficiente de ciberseguridad como Panda Security es la mejor solución para estar preparados contra los ciberataques, evitando la mayoría de ellos, y minimizando las consecuencias en caso de que lleguen a tener éxito.