El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha reclamado la ayuda de la Unión Europea para promover la movilidad activa después de que, tras las últimas elecciones locales, «algunas de las infraestructuras construidas en los últimos años con fondos europeos están siendo destruidas».
Lo cierto es que aunque el Ministro haya querido usar este espacio para criticar, aunque no los nombres, a los gobiernos del PP no se ha hecho un esfuerzo para frenar el crecimiento de la bicicleta. Simplemente, las grandes ciudades tienen condiciones que hacen que sea complicado que el cambio ocurra de un día para otro, a pesar de los intentos del Gobierno actual de alejar a los usuarios de sus vehículos de motor.
Puente ha reiterado el compromiso de España con el objetivo de la Unión Europea de convertir la bicicleta en un medio de transporte cotidiano en las ciudades, sobre todo entre las nuevas generaciones, y de situar a Europa como pionera en la promoción de la movilidad activa. Así lo ha expresado el ministro durante su intervención en la Conferencia de alto nivel sobre la bicicleta, celebrada esta semana en Hasselt (Bélgica), en el marco de la presidencia belga del Consejo de la UE.
El encuentro, estructurado en tres paneles de alto nivel y una sesión interinstitucional en la que ha participado el ministro, ha buscado desarrollar y fortalecer las políticas de uso de la bicicleta en toda Europa y debatir sobre cómo implementar la Declaración Europea de la bicicleta, que fue presentada en Sevilla por la Comisión Europea el pasado 4 de octubre, en el marco de los Urban Mobility Days, evento coorganizado entre la Presidencia española del Consejo de la UE y la Comisión, según ha informado el Ministerio.
En la sesión que ha compartido con sus homólogos europeos, Óscar Puente ha señalado que es «fundamental» para muchos Estados miembros contar con una política europea que fomente la movilidad activa, puesto que, en sus palabras, «sigue habiendo diferencias considerables entre los distintos países en el uso de la bicicleta y en la disponibilidad de fondos para desarrollar una infraestructura ciclista segura».
«Necesitamos la ayuda de la Unión Europea. Necesitamos una política que promueva la movilidad activa. Estoy convencido de que la bicicleta debe convertirse en un símbolo más de la Unión Europea y para conseguirlo, debemos ser proactivos y llegar a muchos ciudadanos europeos», ha apuntado.
Puente ha hecho hincapié en que una de las prioridades es concienciar sobre el uso de la bicicleta a través de programas de salud, educación y seguridad vial, especialmente para los jóvenes, como se está haciendo en España, Y ha reclamado que esto se haga de forma coordinada con las autoridades locales y regionales, para ayudarles a establecer vías ciclistas seguras, aparcamientos diseñados específicamente para bicicletas y servicios de bicicletas compartidas.
LA COMPLEJA REALIDAD DE LA BICICLETA PÚBLICA QUE IGNORA ÓSCAR PUENTE
A pesar de las buenas intenciones del ministro Óscar Puente, si algo se ha demostrado desde que se intenta aplicar estas medidas en España es que son complicadas de aplicar como transporte público. Es el problema que ha sufrido Bicimad y es un problema que ha sufrido el servicio de Bicing en Barcelona, donde se han perdido bicis y se ha sufrido para dar un espacio ciclovías.
Es una situación complicada de superar. Es cierto que darle espacio a las bicicletas es una decisión que se repite en varias de las grandes ciudades del mundo y de Europa, sobre todo en Francia y Países Bajos, pero es una política que no se puede aplicar en ciudades grandes de un día al otro y menos en la situación de la vivienda de algunas como Madrid y Barcelona.
A esto se suma lo complicado que es apostar por un «transporte activo» en ciudades donde cada vez más jóvenes viven en las periferias al no poder pagar la vivienda cerca de los centros empresariales de la ciudad. Es una dificultad que afrontan en el día a día muchos dueños de vehículos que seguramente se podrían plantear la idea de moverse en bicicleta o patinete si no significaran varias horas pedaleando para ir del trabajo a la casa, o a quedar para cenar con los amigos.
BICICRITICA: UNA FORMA DE PEDIR QUE SE DEN LAS CONDICIONES PARA USAR LA BICICLETA
Pero tanto para defensores de la bicicleta como quienes piden que se cuiden más los coches saben que hay iniciativas previas a las declaraciones de Óscar Puente. En Madrid, por ejemplo, una vez al mes se reúne en Cibeles la «Bicicritica» una iniciativa que pide más espacios para este tipo de transportes, y que entiende que hay otras condiciones que deben cambiar si se quiere aplicar este tipo de transporte en las ciudades.
Como ellos mismos se definen en su página web: «Somos un grupo de ciclistas que nos juntamos el último jueves de cada mes en Cibeles, edificio Correos, a las 20h. Cogemos la bici a diario y una vez al mes pedaleamos juntos en una organizada coincidencia, una celebración por un medio de transporte alternativo y más amable, una reivindicación de otra forma de moverse y de vivir la ciudad».
